El Fondo Monetario Internacional (FMI) intervino la semana pasada a favor de los intereses de Wall Street, furiosos porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador no cede en su propósito de restaurar el dominio de la soberanía nacional sobre su industria petrolera y gasífera renovadas técnicamente. En particular, el FMI se opone a la construcción de la nueva refinería que inició el gobierno de México en Dos Bocas, Tabasco, un proyecto que el gobierno considera como prioridad nacional pese a las condiciones que impone la pandemia. Será la primera refinería nueva que se construye en México en varias décadas, y además se modernizarán las seis refinerías existentes que estaban en ruinas, con el objetivo de que México pueda revertir la escandalosa situación actual en la que la nación exporta petróleo crudo e importa la mayor parte de la gasolina y productos petroquímicos que consume.

El FMI alega con toda la hipocresía que le caracteriza, que sus descaradas recetas colonialistas tienen la intención de que liberar las finanzas para salvar a los mexicanos de la pandemia de COVID-19, implicando que el gobierno de López Obrador está derrochando el dinero en la industrialización. El mismo mensaje fue enviado por el Departamento de Estado de EU, el Instituto Americano del Petróleo, los embajadores de Estados Unidos y de Canadá en México, y la organización empresarial derechista de México, la Confederación Patronal de México.

Luego le preguntaron al Presidente López Obrador sobre el ataque del FMI a la refinería, y el Presidente simplemente despachó al FMI: “Pues es el Fondo, ¿qué más puedo decir? Es que antes los del Fondo eran los que dictaban la política económica, se firmaban cartas de intención con el Fondo y ellos decían lo qué tenía que hacer México en materia económica”.

“¿Y saben que recomendaban? Privatizar, aumentar el precio de las gasolinas, de la energía eléctrica.

“¿Saben que recomendaban los del Fondo?, porque a lo mejor ya se les olvidó. Que se privatizara la educación, que se privatizara el manejo de las pensiones, eran los jefes de los jefes. Ya eso pasó”.

Como despedida, López Obrador también tuvo recomendaciones para el FMI: “Ahora, si quieren hacernos recomendaciones pues yo también les voy a mandar mi pliego petitorio para que procuren darle crédito a los gobiernos que lo solicitan a tasa cero, que ya dejen de estar rescatando a las grandes corporaciones y rescaten a los pueblos, en fin, que dejen de estar solapando a gobiernos corruptos; pero bueno, es mejor respetarnos, nada más que sepan que ya son otros tiempos.