Las protestas registradas ayer en Cuba tuvieron reacciones a favor y en contra de los manifestantes, que fueron desde un reconocimiento de legitimidad de los reclamos, por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) a la advertencia contra cualquier «injerencia externa» en Cuba, por parte de Rusia.

«Consideramos inaceptable cualquier injerencia externa en los asuntos internos de un Estado soberano y toda acción destructiva que favorezca la desestabilización de la situación en la isla», indicó en un comunicado la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajárova.

«Estamos convencidos de que las autoridades cubanas toman todas las medidas necesarias para restablecer el orden público en interés de la ciudadanía del país», prosiguió el comunicado, que destacó «que sigue de cerca la evolución de la situación en Cuba y sus alrededores».

En la misma línea, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó las políticas «intervencionistas» sobre la situación en Cuba y ofreció enviar ayuda humanitaria.

México podría «ayudar con medicamentos, con vacunas (contra el Covid-19), con lo que se requiera y con comida, porque la salud y la alimentación son derechos humanos fundamentales», dijo el mandatario izquierdista en su conferencia de prensa matutina, rechazando «el manejo político intervencionista».

«Reconocemos el legítimo reclamo de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades fundamentales», tuiteó por su parte Luis Almagro, secretario General de la OEA.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, también fustigó al gobierno de Cuba por la represión con «balas de goma y detenciones».

«Ayer fue muy triste por lo ocurrido en Cuba. Mucha gente cree que nunca tendremos una situación como esa, que nunca llegaremos a ser Venezuela, que no tendremos problemas como tienen otros países. Fueron a pedir alimento, electricidad y libertad. Y hay gente en Brasil que apoya a Cuba, que apoya a Venezuela», dijo el mandatario Brasileño de ultraderecha.

«Condenamos al régimen dictatorial cubano por llamar a civiles a reprimir y a la confrontación contra quienes ejercen sus derechos de protesta», añadió.

El embajador de Cuba en Argentina, Pedro Pablo Prada, reaccionó contra la difusión de imágenes y denunció que «medios argentinos, articulados con medios de EEUU, están publicando imágenes de manifestaciones revolucionarias como si fueran en contra del gobierno de Cuba e imágenes de archivo de los ’90», afirmó en Twitter.

«Repugnante cobardía y cinismo en medios que ejecutan un plan de EEUU contra Cuba. Ninguno ha tenido el valor para denunciar el bloqueo. Ninguno conoce al pueblo cubano. Pueblo Argentino sabe de qué lado están (la) verdad y (la) razón», agregó el diplomático en otro tuit.

El senador estadounidense Bob Menéndez, por su parte, señaló en un comunicado que «la dictadura debe entender que no toleraremos el uso de la fuerza bruta para amordazar las aspiraciones del pueblo cubano».

La protesta de ayer en Cuba repercutió en Miami, donde miles de cubanos y cubanos-estadounidenses salieron a las calles del distrito del Little Habana para apoyar a los manifestantes.

La interesada posición de Biden y la reacción cubana

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó hoy al Gobierno de Cuba a «escuchar» a los manifestantes que exigen el fin de la «represión» y la pobreza.

«Estamos con el pueblo cubano y su claro llamado a la libertad y al rescate de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba», dijo Biden en un comunicado, reportó AFP.

«Estados Unidos pide al régimen cubano que, en lugar de enriquecerse, escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital», señala el texto.

El Gobierno cubano acusa a Washington de estar detrás de las inéditas protestas registradas ayer en la isla.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo esta mañana que las sanciones económicas de Estados Unidos eran la causa de la agitación, calificándolas de «política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país».

El Gobierno de Biden -más centrado en los problemas internos, como la lucha contra coronavirus y la aprobación de leyes sobre infraestructuras, al tiempo que se retira de Afganistán tras 20 de guerra- ha ignorado Cuba hasta ahora.

Pero la isla tiene una importancia creciente en la política estadounidense.

La fuerte presencia de cubanos y de cubanoestadounidenses en Florida, uno de los estados clave para conseguir la presidencia, tiene mucho peso en las elecciones.

El domingo, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, advirtió a Cuba contra la represión de los manifestantes.

«Estados Unidos apoya la libertad de expresión y reunión en Cuba, y condenaría fuertemente cualquier uso de violencia contra manifestantes pacíficos que están ejerciendo sus derechos universales», tuiteó.

Por su parte el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, reiteró este lunes que el Gobierno de Estados Unidos financia la subversión en la isla, al replicar un reciente mensaje de Jake Sullivan sobre las manifestaciones y disturbios registrados el domingo en la isla, en tanto se anunció que hoy hablará a la población el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

«El Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca carece de autoridad política y moral para hablar sobre Cuba. Su gobierno ha destinado cientos de millones de dólares para la subversión en nuestro país e impone un bloqueo genocida, principal responsable de carencias económicas», escribió Rodríguez en su cuenta de la red social Twitter, reportó la agencia Sputnik.

El ministro cubano reaccionó así al pronunciamiento en redes sociales de Sullivan, a propósito de la respuesta del Gobierno de Cuba contra lo que consideró actos de desestabilización.

La defensa de Díaz-Canel

Las protestas registrada ayer en Cuba se vinculan con el impacto de la crisis económica y la pandemia del Covid-19, y tuvieron su primer expresión en la occidental localidad de San Antonio de los Baños, a 36 kilómetros al suroeste de esta capital, y replicadas en varios lugares del país.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció en un discurso televisado que grupos opositores en el país, a quienes acusó de estar financiados desde EEUU, se han aprovechado de la crisis económica y el rebrote del Covid-19 para incentivar sus acciones desestabilizadoras y para provocar el derrocamiento del Gobierno.

El mandatario llamó al pueblo a enfrentarse a estos elementos desestabilizadores, e imponer la voluntad de la mayoría.

«¡La #RevolucionCubana la defenderemos al precio que sea necesario!», proclamó por su parte el viceministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Peñalver, en un tuit acompañado de un video de simpatizantes comunistas marchando al grito de «¡Yo soy Fidel!» y blandiendo banderas cubanas.

Díaz-Canel, sorprendido por las manifestaciones aparentemente espontáneas en varias ciudades del país – incluida La Habana – respondió convocando a una manifestación de los sectores leales a su gobierno.

«Salgan a las calles donde quiera que se vayan a producir estas provocaciones, desde ahora y en todos estos días», ordenó.

Aunque reconoció la «insatisfacción» que pueden sentir algunos cubanos ante la escasez de alimentos y medicinas, combinada con los cortes diarios de electricidad, Miguel Díaz-Canel también acusó a su viejo enemigo Washington de estar actuando.

«Hay un grupo de gente, contrarevolucionaria, mercenaria pagados por el gobierno de los Estados Unidos, pagada indirectamente a través de agencias del gobierno de Estados Unidos para armar este tipo de manifestaciones», afirmó.