Luego de tres días de angustiante tensión por el atentado perpetrado a los trabajadores de  la revista satírica Charlie Hebdo y las tomas de rehenes que terminó con los tres principales sospechosos muertos en dos asaltos coordinados de la policía, Francia se mantiene en estado de alerta máxima ante una nueva amenaza de Al Qaeda.

Ayer por la noche, el primer ministro francés, Manuel Valls, formuló declaraciones que rozaron al ministro de Interior Bernard Cazeneuve, cuando  afirmó reconocer que con un balance de «17 muertos» en tres días, hubieron «fallos» en el dispositivo de detección de personas susceptibles de cometer atentados.

Cazeneuve salió ayer a dar explicaciones sobre lo ocurrido y agradeció a los oficiales “que ofrecieron su vida” para repeler el ataque del terrorismo. “Ellos estaban en condiciones difíciles sobre los terroristas. La Policía merece un gran reconocimiento. Han demostrado un gran profesionalismo” había afirmado.

El primer ministro declaró ayer en la cadena de noticias BFMTV que: «Por supuesto que hubo un fallo. Cuando hay 17 muertos, es que hubo fallos». Vals sonó autocrítico al  asumir públicamente el «fallo», pero no es un dato menor que el máximo responsable político de la seguridad en Francia es Bernard Cazeneuve.

Ayer, al salir de una reunión de crisis con el presidente Hollande, confirmó que «el plan antiterrorista Vigipirate se mantendrá en su máximo nivel» aseveró Valls y refiriendose  acerca de las medidas que el estado francés ejecuta para evitar este tipo de sucesos, señaló que las autoridades le hacen frente mediante «detenciones», «encarcelaciones» y la adopción de dos leyes antiterroristas.

El jefe de gobierno francés -Manuel Valls- hizo estas declaraciones poco después de que las fuerzas de seguridad pusieran fin a las dos tomas de rehenes en París y en las afueras, que concluyeron con tres yihadistas muertos y cuatro de los secuestrados.

«Tenemos en cuenta el contexto, estamos expuestos a riesgos, por eso es importante mantener las medidas excepcionales porque aún estamos buscando a los cómplices. Habrá un antes y un después de estos tres días», declaró Valls a la prensa.

Entretanto, mañana se llevará a cabo una «Marcha Republicana» en Francia y en numerosas ciudades del mundo para condenar los atentados y recordar a las 17 víctimas, que promete ser multitudinaria.

La manifestación partirá a las 15 hora local desde la Plaza de la República y confluirá en la Plaza de la Nación, con dos itinerarios distintos por el centro de París para facilitar su fluidez. La marcha, que se prevé histórica y masiva, recordará a los fallecidos en los atentados terroristas de esta semana en Francia.

El gobierno francés anunció que se movilizará a más de 2 mil policías y 1.350 militares para custodiar la movilización convocada por el presidente Hollande de la que participarán numerosos dignatarios extranjeros, en solidaridad con las víctimas de la masacre de Charlie Hebdo.

Luego de la marcha se reuniran todos los ministros de Interior de los países de la Unión Europea con el ministro de Justicia de Estados Unidos para evaluar la situación y determinar que pasos se seguiran de aquí en más con vistas a dar una respuesta a la problematica del terrorismo.

No lo hará, sin embargo, la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, que hoy pidió a sus partidarios que mañana se manifiesten en todas las provincias de Francia pero no en París, donde su partido se ha sentido excluido de la marcha antiterrorista.

Por otra parte, vinculado a los aprestos frenceses, anoche se dio a conocer una grabación en la que Al Qaeda en Yemen felicitó a los autores del ataque contra Charlie Hebdo, la revista de humór que había sido amenazada por islamistas por haber publicado caricaturas satíricas sobre Mahoma, pero sin reivindicarlo de manera explícita.

«Los que agreden al profeta recibieron una lección. No estarán seguros hasta que dejen de agredir a Alá. Habrá más atentados», sostuvo la grabación difundida en sitios islamistas, reportó el diario Libération.