El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pone a prueba este domingo la maquinaria del chavismo en un simulacro de los cuestionados comicios del 20 de mayo, en los que buscará la reelección.

«Que nadie se confíe y crea que ya ganamos. Claro que tenemos la fuerza para ganar y vamos a ganar, pero tenemos que afinar nuestra maquinaria para garantizar los votos», dijo Maduro, llamando a sus partidarios a participar en el ensayo organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Unas 300 personas hacían fila a media mañana frente a las puertas del liceo Andrés Bello, en el centro de Caracas, uno de los 500 centros de votación habilitados para este simulacro por el poder electoral -acusado por la oposición de servir al mandatario- en todo el país.

Allí, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, aseguró en rueda de prensa que la jornada está teniendo «una gran afluencia», aunque sin ofrecer cifras.

Habrá 14.500 centros el día de las elecciones, a las que están citados 20,5 millones de los 30 millones de venezolanos.

Los ensayos son custodiados por 22.000 militares, informó el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, en declaraciones a la televisión estatal.

Las «Unidades de Batalla Bolívar-Chávez» (UBCH), organizaciones comunales encargadas de movilizar votantes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), son los ejes de la maquinaria oficialista, manejando en sus áreas de influencia listados de personas para ser trasladadas a los puntos de votación.

El principal rival de Maduro en las elecciones es Henri Falcón, quien se postuló rompiendo un boicot de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La MUD se negó a presentar candidatos y llama a la abstención en unas elecciones que denuncia como un «show fraudulento». Los comicios, además, son desconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.

La alianza opositora pidió a Falcón retirarse de la contienda, pero el aspirante rechaza de plano esa posibilidad.

Pese a los cuestionamientos, Maduro vaticina que la participación batirá «récords» y trazó como meta ganar con 10 millones de votos.

El gobernante, en gira nacional, ha multiplicado sus apariciones en televisión y promete «premiar» a las personas que voten y posean el Carnet de la Patria, documento para acceder a planes sociales que es calificado por la oposición como un «mecanismo de control social».