El presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó ese miércoles llamados a que Francia adopte una nueva Constitución pero se dijo abierto a algunos cambios, como una inclusión del aborto «lo antes posible», en un discurso con motivo del 65° aniversario de la Carta Magna.

Las dos cámaras del Parlamento francés ya dieron su visto bueno para introducir el aborto en la Constitución de 1958, pero deben alcanzar un acuerdo sobre si inscribirlo como un «derecho», como aprobó la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados), o una «libertad», como quiere el Senado.

Macron, que habló de la «libertad» de las mujeres a abortar, llamó a reanudar las discusiones para lograr un acuerdo «lo antes posible» y reunir así a ambas cámaras conjuntamente para la aprobación final.

Francia despenalizó el aborto en 1975 con una ley promovida por Simone Veil, icono de la emancipación femenina y superviviente del Holocausto. En 2022, extendió los plazos hasta las 14 semanas.

La anulación del derecho al aborto a nivel nacional en Estados Unidos por la Corte Suprema en junio de 2022 conmocionó al mundo y, en Francia, se tradujo en el anuncio de iniciativas políticas para blindarlo.

El mandatario centrista expresó este deseo durante un discurso ante el Consejo Constitucional con motivo del 65º aniversario de la Constitución de 1958, impulsada por el general Charles de Gaulle.

Sin embargo, en un contexto en que varias fuerzas políticas, sobre todo en la izquierda, piden un proceso constituyente que dé nacimiento a una nueva Carta Magna, Macron defendió la actual, aunque se dijo abierto a algunos cambios.

El mandatario abogó así por simplificar la convocatoria de referendos y ampliar su alcance a temas como la inmigración, como pide la derecha y la ultraderecha, aunque subrayó el respeto del «Estado de derecho», informó la agencia de noticias francesa AFP.

Y prometió una «nueva etapa de descentralización» territorial, citando además las discusiones en curso en Nueva Caledonia, en el Pacífico Sur, y en Córcega, en el Mediterráneo.