El presidente de Bolivia, Luis Arce, señaló este sábado que “la izquierda está regresando porque la derecha no pudo dar respuesta satisfactoria a las demandas de la sociedad», y consideró que para enfrentar el fenómeno inflacionario en cualquier parte lo primero que debe lograrse es «ser autosuficiente en la producción de lo que se consume cotidianamente».

El mandatario boliviano repasó en una entrevista radial porteña su militancia juvenil, sus épocas de estudiante y el «shock cultural» que le significó su maestría en Inglaterra.

Arce recordó: «En mi paso por Inglaterra me han dado los fundamentos científicos para poder emprender esta locura de llevar adelante un modelo económico en el país que se diferencia totalmente del que estaba de moda: el neoliberal. Ese año fue fundamental para poder entender que se puede desarrollar un modelo económico en América Latina. Y aquí estamos. Ahora nos toca conducir la nave del Estado».

Por otro lado, Arce dijo que percibió «varias semanas antes» del golpe de Estado contra Evo Morales que se estaba ante un «golpe suave, con una estrategia en la que hacían bloqueos e iban a las casas de los ministros» para gritar y publicar las direcciones en las redes sociales.

«Sabíamos que la derecha tenía un plan contra el gobierno y eso se consolidó en la noche que recibimos la noticia de la OEA y el famoso informe que es prácticamente el detonante para que estalle en el país el golpe de Estado», refirió.

Por otra parte, resaltó el rol de la embajada de México en La Paz, que aportó «la mayor de las seguridades y un caluroso recibimiento» a la dirigencia del MAS e insistió con el «papel fue fundamental» de los diplomáticos.

Además, ratificó la transparencia del juicio que terminó con una condena a 10 años de cárcel para la exmandataria de facto Jeanine Áñez y lamentó que «la derecha no quiere reconocer» que «los mismos jueces y fiscales» que actuaron en este caso fueron los que «persiguieron políticamente» a los funcionarios de la administración de Morales, sostuvo el funcionario.

Añadió «Hemos seguido todos los pasos para que se respete el debido proceso para la señora Áñez. Le hemos dado todas las condiciones, incluso tenía privilegios. Los parientes de la señora Áñez se quedaban a dormir con ella», reseñó.

También, denunció que «la derecha se ha esforzado por tratar de demostrar» que hubo incumplimiento de la normativa, «pero el juicio a Áñez ha durado lo que tenía que durar», porque el Ejecutivo «ni se metió ni entorpeció».

El mandatario reveló que le costó «bastante convencer» a su familia de su candidatura a la presidencia, cuando se empezó a barajar esa chance. «Mi mamá, mi esposa e hijos siempre han estado en desacuerdo. Todavía tengo algunos problemas por ese tema», bromeó.

Arce explicó que al llegar al Ejecutivo entendió que debía resolver de inmediato el cuadro que generaba la pandemia de Covid-19 porque de lo contrario «no se podía enfrentar el tema económico».

Al consultarle sobre si en Bolivia aún existe la chance de un golpe, respondió: «Está ahí; lo que hicimos al recuperar la democracia no ha gustado ni a la derecha nacional ni internacional. Vimos visitas sospechosas de personajes de otros países, que se han reunido con gente de la derecha local que participó y gestó el golpe de Estado de 2019; no están descansando».

Y puso de relieve que procura hacer una buena gestión «para que la población juzgue cualquier intento de desestabilización que se pueda venir», agregó el mandatario boliviano, y defendió en ese marco su programa de «industrialización con sustitución de importaciones».

Por otro lado, se refirió sobre la futura gestión de Petro en Colombia, advirtió que «siempre es difícil el momento en el que un país sale de una estructura como la derecha a establecer un gobierno progresista que trata de resolver problemas que la derecha no pudo resolver».

«Hablamos con Petro y hablamos de seguir construyendo la Patria Grande. En eso estamos empeñados todos», remarcó y definió al secretario general de la OEA, Luis Almagro, como «un traidor» y a Evo Morales como «un gran líder» y destacó que el papa Francisco «quiere transformar a la Iglesia», destacó el presidente boliviano.