Los residentes de las principales ciudades de Ucrania, como lo son su capital Kiev y Jarkov, entre otras, están obligados a hacer largas filas a diario para llenar unos pocos recipientes con agua dulce que extraen de bombas de pozos.

Después de los masivos ataques de Rusia sobre la infraestructura de energía ucraniana, se vieron afectados dramáticamente los servicios de electricidad y de agua, por lo que no solo las dificultades se presentan por estos días, sino que tendrán extensión sobre los días venideros cuando se instalen los días fríos del invierno.

Así, los ciudadanos enfrentarán la estación invernal con falta de acceso a la calefacción y al servicio de luz, como así también al dificultoso acceso al agua y a los alimentos.

Algunos analistas prevén que como resultado de esa crítica situación, se producirá una avalancha de refugiados hacia otros países de Europa.