Los líderes de la Unión Europea (UE) se comprometieron hoy a mantener la unidad para poder seguir siendo un jugador clave en el tablero mundial pese a los problemas que enfrenta el bloque, con algunos miembros que están apostando por el nacionalismo.

«El mundo no duerme. Tenemos que ser innovadores. Tenemos que ser fuertes, tenemos que estar unidos», afirmó la canciller alemana, Angela Merkel, al llegar a la cumbre informal de los los jefes de Estado y Gobierno de la UE en la ciudad rumana de Sibiu.

Durante la jornada, los líderes europeos buscarán establecer las líneas de trabajo para el período 2019-2024 así como abordar la nominación de los altos cargos de la próxima legislatura.

Merkel subrayó que la reunión debe dejar en claro cual será la agenda estratégica para el futuro «sin perjuicio» de las diferencias políticas.

El llamado a la unidad llega en medio de momentos tormentosos en el bloque comunitario, tras dos años de negociaciones con Londres por el Brexit y con una marcada división entre los miembros en torno a la cuestión migratoria.

El Reino Unido todavía es miembro del bloque, pero la primera ministra, Theresa May, se quedó en Londres mientras intenta conseguir un acuerdo en el Parlamento que finalmente permita activar la salida de la UE.

Los Veintisiete están descontentos con el retraso del Brexit, inicialmente pactado para el 29 de marzo y postergado al 31 de octubre tras agobiantes negociaciones en Bruselas y encendidos debates en Westminster en las que no lograron ponerse de acuerdo.

En un intento por superar las diferencias, los líderes europeos acordaron una lista de 10 puntos, con generalidades como el compromiso de mantener los principios democráticos del Estado de derecho.

También prometieron permanecer unidos para aprovechar al máximo las nuevas oportunidades comerciales y abordar conjuntamente problemas globales como la preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, sobre este punto, hubo desacuerdos entre un grupo que presentó una propuesta que fue avalada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y otro grupo que considera que la iniciativa se basa demasiado en energías tradicionales.

«Tenemos que luchar contra el cambio climático, pero ni la energía nuclear ni las centrales eléctricas de carbón son el camino correcto», aseveró el canciller austriaco, el conservador Sebastian Kurz, citado por CNN.

También hubo división en torno a la nominación de las futuras autoridades de las instituciones comunitarias, que se renovarán dentro de un año.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, es visto por muchos como el sucesor del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aunque Rutte lo ha negado.

Se espera que el reemplazo del jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sea más complicado, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones europeas, que se celebrarán entre el 23 y el 26 de mayo.