Desde fines de 2015, los bancos europeos denominados “zombies” atraviesan una crisis que podría tener consecuencias muy graves durante el transcurso de este año en el viejo continente y expandirse por todas las economías transatlánticas, lo que provocaría un empobrecimiento en masa.

Estas instituciones recibieron esa denominación porque poseen patrimonio neto negativo, pero siguen operando como resultado de soportes o rescates que permiten seguir cumpliendo con obligaciones de deuda y evitar la quiebra de gobiernos.

Sin embargo, esto cambiará a partir de este año porque Banco Central Europeo tendrá facultades para deshacerse de los “bancos zombies” y utilizar a los tenedores de bonos y depositantes como respaldo.

El caos comenzó el pasado 30 de diciembre, cuando Novo Banco de Portugal resultó con un faltante de 1.400 millones de euros y el gobierno expropió esa cantidad a los tenedores de bonos para “recapitalizarlos”. En ese momento, los ahorristas que no fueron afectados fueron a pedir la plata de los papeles.

Pero la gran sorpresa resultó cuando los ahorristas minoritarios no leyeron la letra chiquita de los productos de inversión y compraron lo que ellos pensaban que eran depósitos pero resultó que era deuda subordinada como inversión. De esta manera, los pequeños ahorristas (sin seguro en sus depósitos) salvaron a los grandes financistas.

Daniel Gros, Director del Centro con sede en Bruselas de Estudios Políticos Europeos el problema de los bancos europeos, elaboró un informe en Bruselas y contó la problemática. El «sector es demasiado grande, su capital es insuficiente y son demasiados los participantes que carecen de un modelo de negocios viable en el largo plazo. Esa combinación de los últimos dos factores –una sobreabundancia de bancos sin forma sostenible de generar beneficios– constituye el problema más grave y difícil.

«Italia no está lista para el rescate interno», señaló el diario británico Financial Times, y si se ejecutan su sistema bancario se desmoronará con las corridas para sacar el dinero. La verdad es que tampoco el resto de Europa está lista para ese plan que se ha impuesto por la dictadura de la burocracia de la Unión Europea en Bruselas, y por Londres y la Casa Blanca de Obama, pasando por el ministro de finanzas de Alemania Schäuble y su infame política de austeridad denominada «cero negro».

En Estados Unidos son los fondos especulativos los que están colapsando más rápidamente, en la medida en que el mentado «mercado de crédito de alto rendimiento» se viene derrumbando, mientras que Puerto Rico cae en incumplimiento de su deuda para el 1 de enero.  Se tiene que cerrar Wall Street y dejar que los especuladores se coman sus pérdidas, pero no a costa de la masa de ciudadanos.