Una organización musulmana del Reino Unido acusó a los bancos de cerrar de forma «desproporcionada» las cuentas pertenecientes a clientes de esa comunidad, en una carta difundida este martes en la que le pide explicaciones al Gobierno.

La acusación proviene del Consejo Musulmán de Gran Bretaña (MCB) que escribió una carta dirigida al primer ministro Rishi Sunak, al ministro de Hacienda y a los líderes de la oposición en la que no acusan a los bancos de discriminación, pero resaltan que hay un patrón recurrente de cierre de cuentas «sin la debida transparencia».

Según la organización, esta práctica persistió durante la última década sin ninguna acción significativa por parte de los sucesivos Gobiernos británicos.

“Necesitamos entender los mecanismos detrás del cierre de cuentas bancarias y por qué los musulmanes se ven afectados de manera desproporcionada por este problema. Queremos garantizar un trato justo para todos y el acceso equitativo a los servicios financieros», expresó Zara Mohammed, Secretaria General del MCB.

La preocupación surge en un contexto en el que la llamada «desbancarización» cobró relevancia, especialmente después del incidente que involucró a Nigel Farage, exlíder del partido nacionalista de ultraderecha UKIP y ahora presentador de televisión.

Farage, una de las caras visibles en la campaña a favor de la salida de la isla de la Unión Europea (UE), atribuyó el cierre de su cuenta por parte de un banco privado a sus opiniones políticas.

La disputa llevó a la renuncia de los directores ejecutivos de la entidad financiera acusada y el caso culminó con la oferta de restablecer sus cuentas y una compensación.

En ese marco, la carta del MCB enfatiza la necesidad de una revisión completa que examine las decisiones internas que conducen al cierre de cuentas y la denegación de servicios.

También pide la protección de los derechos bancarios, sin importar antecedentes religiosos, culturales o políticos.

Recientemente, la empresaria y aspirante a diputada Gina Miller expresó su preocupación por el cierre de una cuenta de su partido político «Verdadero y Justo».

A la dirigente, conocida por cuestionar el manejo del Brexit por parte del Gobierno, se le informó que la cuenta se cerraría en septiembre sin dar una explicación.

Sin embargo, Monzo Bank, la entidad acusada, confirmó luego que no permitían cuentas de partidos políticos y que la decisión de abrirla había sido un error.