Casi inmediatamente después del arresto y detención del ex presidente brasileño Lula da Silva, las fuerzas dirigidas por Londres en la vecina Argentina empezaron a lanzar predicciones de que la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, podría ser «la siguiente» en ser acusada e incluso encarcelada.

El periodista argentino Alfredo Leuco, comentó recientemente en su programa de Radio Mitre que «si Cristina se mira en el espejo de Lula puede tener un ataque de pánico. Ni la fama ni el prestigio de Lula, que incorporó a 20 millones de pobres a la clase media, pudo frenar el avance de la investigación. Ese es un aspecto que inquieta a Cristina. Ella puede y debe pensar que si a Lula le hicieron lo que le hicieron, ella, que es mucho menos que Lula, puede llegar a pasar por un sofocón parecido».

Cambio de rumbo

Pero Cristina Fernández no es el único blanco. El periódico argentino derechista Urgente 24 destaca que «el destino de Lula, la derrota electoral de Evo Morales en su intento de instalar la reelección indefinida, la victoria legislativa de la oposición venezolana y la caída estrepitosa de la imagen de Dilma Roussef junto con la salida del poder de Cristina Fernández significan un cambio de rumbo en la región que empieza a dejar la marca del populismo».

Precisamente, el cambio en el continente que Londres y Wall Street intentaban imponer con la elección en noviembre del 2015 del neoliberal Mauricio Macri como presidente de Argentina.

Sin embargo, Londres reserva una inquina muy especial en contra de Cristina Fernández por su negativa a doblarse ante los desquiciados dictados monetaristas y por preferir la alianza con las naciones del Brics.

“Cacería de brujas”

En los tres meses en que Macri ha estado en el cargo, el sistema judicial ha lanzado una “cacería de brujas” contra Cristina Fernández y sus antiguos colaboradores, en lo que el diario argentino Urgente 24 califica de «una especie de mani pulite» (la operación Manos Limpias en Italia que se usó en contra de individuos que se negaron a jurarle obediencia a Londres).

Macri va a presentar pronto ante el Congreso para su aprobación una «Ley del Arrepentido», con el propósito de promover que individuos salgan públicamente con evidencia de «corrupción», como ocurrió en el caso de PetroBras en Brasil, que fue orquestado con el único propósito de acabar con el gobierno de Rousseff. Es de destacarse que la cabeza de la Oficina Anti Corrupción en Argentina, Laura Alonso, del Fondo Nacional por la Democracia (National Endowment for Democracy).