El papa Francisco advirtió hoy sobre la «polarización y división entre las personas y los grupos» que pueden causar las redes sociales, donde se necesita «una responsabilidad por el otro».

«También los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales, los foros pueden ser formas de comunicación plenamente humanas. No es la tecnología la que determina si la comunicación es auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición», aseguró el pontífice argentino en su discurso para la 50° Jornada de la Comunicación Social del próximo 8 de mayo dado a conocer hoy.

«Las redes sociales son capaces de favorecer las relaciones y de promover el bien de la sociedad, pero también pueden conducir a una ulterior polarización y división entre las personas y los grupos», advirtió el obispo de Roma.

«También en red se construye una verdadera ciudadanía. El acceso a las redes digitales lleva consigo una responsabilidad por el otro, que no vemos pero que es real, tiene una dignidad que debe ser respetada. La red puede ser bien utilizada para hacer crecer una sociedad sana y abierta a la puesta en común», enfatizó Francisco.

De todos modos, aseguró que «el entorno digital es una plaza, un lugar de encuentro, donde se puede acariciar o herir, tener una provechosa discusión o un linchamiento moral» y, en el marco del Jubileo de la Misericordia, pidió que «el Año Jubilar vivido en la misericordia nos haga más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación».

En el mensaje divulgado hoy para la Jornada que lleva como lema «Comunicación y misericordia: un encuentro fecundo», el Papa afirmó además que «es deseable que también el lenguaje de la política y de la diplomacia se deje inspirar por la misericordia, que nunca da nada por perdido».

«Hago un llamamiento sobre todo a cuantos tienen responsabilidades institucionales, políticas y de formar la opinión pública, a que estén siempre atentos al modo de expresase cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido errores», exclamó.

También sostuvo que «es fácil ceder a la tentación de aprovechar estas situaciones y alimentar de ese modo las llamas de la desconfianza, del miedo, del odio», pero aseguró que se necesita «valentía para orientar a las personas hacia procesos de reconciliación».

«Y es precisamente esa audacia positiva y creativa la que ofrece verdaderas soluciones a antiguos conflictos así como la oportunidad de realizar una paz duradera», sostuvo.