Las principales potencias mundiales -entre ellas el gobierno saliente de Barack Obama- y cerca de 70 países defendieron hoy en París la necesidad de «crear las condiciones para el diálogo» entre israelíes y palestinos, un mensaje dirigido a Donald Trump a cinco días de su asunción en Washington.

Tras ganar las elecciones de noviembre, el magnate republicano prometió trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén y reconocer a esta última ciudad como la capital de Israel, pese a que toda la comunidad internacional -incluida Argentina- sostiene que se trata de un territorio disputado por las dos naciones.

Además, Trump designó o nominó para su gabinete a personas que abiertamente apoyan y hasta financian las colonias israelíes en territorios palestinos ocupados, uno de los temas que, junto al estatus de Jerusalén, representan dos de los puntos más sensibles del conflicto israelí-palestino.

Inmediatamente, desde el gobierno palestino advirtieron que un giro diplomático por parte de Washington podría desatar una nueva escalada de violencia en la región.

Atentos a la creciente tensión diplomática internacional, las cinco potencias con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia-, las mismas que hace tres semanas aprobaron una histórica resolución que rechazaba las colonias israelíes en territorios ocupados- decidieron convocar a una conferencia de paz a sólo cinco días de la asunción de Trump.

El presidente francés y anfitrión de la conferencia, Francois Hollande, habló frente a las 70 delegaciones nacionales que llegaron hoy a París y aseguró que la solución de los dos Estados, uno israelí y otro palestino conviviendo en paz, «no es un sueño del pasado»

«Es el objetivo de la comunidad internacional en toda su diversidad», sentenció Hollande, según la agencia de noticias EFE.

Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu no tardó en rechazar la conferencia de paz en París.

«Obviamente esta conferencia aleja la paz porque endurece las posiciones palestinas y las aleja de negociaciones directas sin pre condicionamientos», sentenció el premier al comenzar su reunión de gabinete semanal, según la agencia de noticias DPA.

La conferencia «refleja los últimos tiempos del mundo de ayer. El mañana tendrá otro aspecto, y el mañana está muy cerca», agregó, en un referencia bastante clara a la inminente asunción de Trump en Washington.

Netanyahu incluso acusó al gobierno francés de Hollande de «coordinar y organizar» la conferencia en París junto al presidente palestino, Mahmud Abbas.

Al igual que el gobierno israelí, la dirigencia palestina no participó de la conferencia. Sin embargo, a diferencia de Netanyahu, el presidente Abbas sí apoya la convocatoria en París y llegará a la ciudad a la noche para conocer los resultados de la jornada.

En los últimos días, Abbas y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) habían anunciado que pedirán a la comunidad internacional que comiencen a imponer sanciones contra Israel si continúa con la ocupación de Jerusalén este, Cisjordania y la Franja de Gaza, un régimen militar que este año cumple medio siglo.

Diarios israelíes, sin embargo, publicaron hoy que el secretario de Estado de Obama, John Kerry, se comunicó con Netanyahu y le garantizó que la conferencia de París no tendrá consecuencias irreversibles para su país y para el conflicto.

Si esto es cierto, las esperanzas del gobierno palestino de traducir la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU contra las colonias israelíes en sanciones internacionales concretas se verán completamente frustadas.

En el terreno, pocos dudan de que será así.

«¿Paz?, ¿Qué paz? Esas son tonterías», aseguró con sorna Diya Basis en el negocio de cambio de dinero del centro de Ramala donde trabaja, según EFE.

«Tome los diarios de hace 20, 10, 3 años, y verá que las portadas, que las informaciones son las mismas», agregó, desilusionado, el joven palestino desde Cisjordania antes de concluir: «Israel ha impedido o ignorado cualquier pacto al que se ha llegado. No habrá paz. Ni ahora, ni nunca».

En Jerusalén oeste, en tanto, en el barrio de Ben Yehuda, una de las principales zonas comerciales de la ciudad, el veterano regente de un conocido restaurante, Meyer Misha, tampoco tiene esperanzas de que la conferencia de París cambie algo.

«No hay ninguna posibilidad de que ocurra algo en París. Ellos (los palestinos) no quieren la paz», sentenció el israelí de 42 años.

«Cada vez será peor. Siempre pensé que se acostumbrarían a que nosotros vivamos aquí, pero la situación empeora. Ya no me atrevo a ir al otro lado de la ciudad», agregó el hombre en referencia al tenso clima que se vive en la ciudad santa.

Foto portada:  El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Marc Ayrault, se dirige a los delegados en la inauguración de la conferencia de paz del Medio Oriente en París el 15 de enero de 2017. Alrededor de 70 países y organizaciones internacionales están haciendo un nuevo impulso para una solución de dos Estados en Oriente Medio. Conferencia en París, apenas días antes de que Donald Trump asuma la oficina que promete el apoyo para Israel. / AFP PHOTO / Thomas SAMSON