Las tropas ucranianas fueron recibidas este viernes por residentes alegres en el centro de Kherson, después de que Rusia abandonara la única capital regional que había capturado desde su invasión en febrero.

Rusia informó que retiró 30.000 soldados a través del río Dnipro sin perder uno solo, pero los ucranianos pintaron la imagen de una retirada caótica, con las tropas rusas despojándose de sus uniformes, abandonando las armas y ahogándose mientras intentaban huir.

Mientras las fuerzas ucranianas avanzaron durante una de las retiradas rusas más rápidas de la guerra, los aldeanos salieron de su escondite para describir cómo las tropas rusas mataron a residentes y saquearon casas.

La retirada de Kherson es la tercera de la guerra y la primera que implica el abandono de una ciudad tan grande que fue ocupada, ya que las fuerzas de Moscú se retiraron  en marzo de las afueras de la capital, Kiev, y en septiembre de la región nororiental de Kharkiv.

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La provincia de Kherson es una de las cuatro que el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó haber anexado de Ucrania a finales de septiembre.

La pérdida de la capital regional parecería poner fin a los sueños expresados ​​por algunos rusos de apoderarse de toda la costa del Mar Negro de Ucrania, aunque el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que el estatus de anexión de la región se mantuvo sin cambios.

La única ruta de carretera cerca de Kherson a través del río, el puente Antonivskiy, ya dañado, se derrumbó. Los blogueros militares rusos dijeron que probablemente explotó cuando las tropas rusas se retiraron.

El Ministerio de Defensa ruso comunicó que adoptó «líneas y posiciones defensivas» en la orilla oriental del río, que Moscú espera poder abastecer y defender mejor.

El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, indicó que la decisión de retirarse fue tomada por el Ministerio de Defensa.