Las Fuerzas Armadas sirias «se disponen a solucionar» el problema del «terrorismo» en la provincia de Idlib, último bastión rebelde en Siria, indicó el martes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

«La situación en Idlib sigue preocupando a Moscú, a Damasco, a Ankara y a Teherán», declaró Peskov a la prensa dos días antes de una cumbre tripartita entre Rusia, Turquía e Irán sobre Siria.

«Se formó un núcleo de terrorismo y eso desestabiliza la situación», destacó.

«Socava los esfuerzos para alcanzar una solución político- diplomática» en Siria y «lo que es principal, eso constituye una amenaza importante para nuestras bases» militares en Siria, añadió.

Según Moscú desde esa zona se pilotean decenas de drones que amenazan la base aérea rusa de Hmeimim (noroeste).

«Sabemos que las Fuerzas Armadas sirias se disponen a solucionar ese problema», agregó, sin dar más precisiones.

El presidente estadounidense Donald Trump advirtió el lunes a Siria, Rusia e Irán sobre una ofensiva en Idlib estimando que una operación en esa región podría provocar «una tragedia humana».

Idlib es la última región siria que Damasco no controla. Un 60% de la provincia está dominada por Hayat Tahrir al Sham (HTS, formado por ex miembros de Al Qaida), y hay también múltiples milicias rebeldes.

Peskov no quiso comentar las informaciones según las cuales aviones de guerra rusos bombardearon Idlib este martes. El ministerio de Defensa ruso no hizo comentarios de momento.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh) la aviación de guerra rusa bombardeó el martes varias zonas de la provincia de Idlib «luego de una pausa de 22 días».