El ex embajador británico en Siria, Peter Ford, señaló en las últimas horas que la vacilación del presidente ruso Vladimir Putin recae sobre la ciudad siria de Idlib, ya que la capital estadounidense de Washington empezó con las especulaciones acerca de la liberación.

En este contexto, la misma no puede suceder ahora a menos que Putin esté dispuesto a establecer la superioridad aérea sobre Siria, aceptando el riesgo de destruir cualquier fuerza de ataque estadounidense que fuera lo suficientemente imprudente como para poner a prueba las defensas.

Así las cosas, el instituto de economía política Paul Craig Roberts se pregunta «¿cómo llegaron Putin y Erdogan a la conclusión fantástica de que Estados Unidos y sus aliados terroristas enIdlib cooperarían con su plan de desmilitarización? ¿La política exterior rusa se disolvió en el autoengaño?».

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La mirada analítica continúa esbozando un panorama donde las constantes provocaciones escalen en su peligro: «¿Qué hará Putin ahora? Si retrocede nuevamente, puede esperar una provocación aún más peligrosa hasta que la única opción sea la rendición o la guerra nuclear», concluyen.

En última instancia, el informe sostiene que «las provocaciones de Washington no habrían alcanzado el nivel actual de intensidad si Putin hubiera puesto pie de plomo varias provocaciones atrás. ¿El gobierno ruso no comprende que Washington está llevando a cabo la guerra contra Rusia, no contra los terroristas?».

Foto: Alexander Zemlianichenko.