Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) mantuvieron este lunes una reunión informal con la líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanovskaya, poco antes de que el bloque discuta sanciones contra Bielorrusia por manipulación electoral y represión.

La UE no reconoce el resultado de los comicios del mes pasado alegando que éstos no fueron libres y justos, y busca mecanismos para sancionar a funcionarios del Gobierno de Alexandr Lukashenko, con una prohibición a los viajes y un congelamiento de activos.

Desde los comicios del 9 de agosto, en los que Lukashenko, en el poder desde hace 26 años, triunfó con más del 80% de los votos, Bielorrusia se encuentra convulsionada por manifestaciones sin precedentes contra el mandatario.

Lukashenko, respondió a las protestas con una violenta represión.

Tijanovskaya, quien se opuso a Lukashenko en los comicios y huyó a Lituania por su propia seguridad después de las elecciones, compartió un desayuno con ministros de Relaciones Exteriores de la UE y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

«Nos ha ofrecido informaciones sobre los eventos en Bielorrusia», dijo Borrell a la prensa luego del desayuno de trabajo, informó la agencia de noticias AFP.

El jefe de la diplomacia europea aseguró que el bloque apoyará «cualquier diálogo nacional amplio sobre los derechos de los bielorrusos a tener elecciones libres y justas», y recordó que la UE no reconoce como legítimo el reciente triunfo electoral de Lukashenko.

Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, señaló que «es necesario llegar a la conclusión de que nada mejoró en semanas recientes. La violencia que Lukashenko usó contra manifestaciones pacíficas es totalmente inaceptable».

Por ello, añadió el titular de la diplomacia alemana, «tenemos que preguntarnos si Lukashenko (…) no debería ser sancionado por la Unión Europea».

La agenda de hoy de los cancilleres europeos incluye como prioritario los eventos en Bielorrusia, incluidas la posibilidad de sanciones, aunque también debatirán la situación en Libia, además de las tensiones con Turquía, por una disputa en el Mediterráneo oriental de aguas que también reclaman Grecia y Chipre.

El viernes, Tijanovskaya había instado a la comunidad internacional a responder a los abusos en Bielorrusia «en los términos más enérgicos», durante una aparición en video ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, donde fue interrumpida repetidamente por el embajador bielorruso.

La UE tiene una lista de alrededor 40 funcionarios bielorrusos que considera responsables de manipular la votación o de la posterior represión de las protestas, que deben ser sancionados.

Sin embargo, la aplicación de sanciones por parte de la UE requiere la unanimidad de su miembros y por ello, la aprobación final de estas sanciones a Bielorrusia aún no ha sido posible.

Diplomáticos europeos coinciden en señalar que Chipre bloquea, con su veto, la adopción de las sanciones a Bielorrusia.

Para sumarse a la mayoría y obtener la unanimidad, Chipre estaría exigiendo de la UE la adopción de sanciones contra Turquía, abriendo así otro flanco de alta sensibilidad diplomática.