El Partido Laborista ganó en las elecciones parciales de Rutherglen y Hamilton West, en Escocia, superando al Partido Nacional Independentista (SNP), históricamente dominante en la región, un triunfo que puede ser indicio de un cambio de rumbo en el panorama político escocés y potencialmente, en el del Reino Unido en su conjunto.

Michael Shanks, el candidato laborista, conquistó el escaño de Westminster con una notable cifra de 17.845 votos, mientras que Katy Loudon del SNP logró 8.399.

Las elecciones fueron convocadas después de que la exdiputada del SNP Margaret Ferrier fuera expulsada por sus electores por violar las regulaciones relacionadas durante la pandemia.

Aunque es probable que esta controversia haya influido en el resultado, la magnitud de la victoria laborista sugiere que otros factores también están en juego.

Keir Starmer, líder del Partido Laborista, calificó la victoria como un acontecimiento crucial, que refleja un deseo palpable de cambio por parte del electorado.

Anas Sarwar, que lidera el Partido Laborista en Escocia, va más allá: «Estamos presenciando un cambio fundamental en la política escocesa», aseguró.

«Los electores están mostrando su hartazgo hacia gobiernos que perciben como ineficientes e incompetentes», agregó Sarwar, citado por los principales medios británicos.

«El Partido Laborista puede expulsar a los conservadores de Downing Street el próximo año y lograr el cambio que la gente quiere y que este país tanto necesita», dijo por su parte Shanks tras ganar la elección.

Más allá de esta victoria individual, las encuestas de intención de voto muestran un panorama político en el que el Partido Laborista se está posicionando fuertemente a nivel nacional, con 45 % de intención de voto según la última encuesta de la consultora YouGov, superando ampliamente al partido conservador.

Además, Starmer lidera la preferencia sobre quién sería el mejor primer ministro, superando a Rishi Sunak.

Aunque es temprano para hacer predicciones definitivas, según los analistas, el resurgimiento del laborismo en Escocia podría tener importantes repercusiones en el Reino Unido y podría impactar en las próximas elecciones generales.

Starmer también expresó que este es el “primer paso” de un viaje importante para “todos nosotros” por todo el Reino Unido.

Dijo que los laboristas expondrán sus “argumentos positivos a favor del cambio” en la conferencia laborista que se celebrará en Liverpool este fin de semana.