Las largas listas de espera en la obtención de tratamientos médicos en el Sistema Público de Salud conocido como NHS, en el Reino Unido, están empujando a los británicos a pagar miles de libras por tratamientos privados, a través de préstamos bancarios o sistemas de crowdfunding.

Según cifras de la Red de Información de Atención Médica Privada (PHIN, por sus siglas en inglés), publicadas por la BBC, que no incluyen a quienes tienen un seguro privado, las consultas aumentaron en el último trimestre un 39 % en comparación con 2019, antes de la pandemia de coronavirus.

Debido a los retrasos por la pandemia, la acumulación de consultas de rutina no atendidas dentro del NHS aumentó de 6,4 millones a 6,6 millones en mayo pasado, lo que significa que una de cada ocho personas en Inglaterra ahora está esperando recibir atención.

Recurrir a los costosos tratamientos privados es una señal de cuán desesperadas se han vuelto las personas ante las deficiencias cada vez más notorias del sistema de salud público, que durante décadas fue un orgullo británico pero sufrió severos recortes presupuestarios en años recientes, según advirtieron los expertos.

Las personas que pagan por la atención privada superaron los 250.000 el año pasado, dice el informe.

Para operaciones comunes como reemplazos de cadera y rodilla, los costos pueden superar las 15.000 libras (17.900 dólares).

«No podía trabajar, así que pedí un préstamo para operarme de la rodilla», dijo

Katie Hopper, de 19 años, a quien le dijeron que tendría que esperar hasta dos años para su operación en el NHS.

«Estaba bastante confinada en la cama. Me sentía muy aislada y muy sola. Mi salud mental definitivamente estaba sufriendo», dijo a la BBC.

«No podía esperar tanto, habría perdido mi trabajo. Es un trabajo muy activo y no podría hacerlo», relató.

Hopper obtuvo un préstamo para pagar el tratamiento, que se realizaría de forma privada en abril en el Spire Southampton Hospital y que le costó más de 7.000 libras (8.370 dólares) con la fisioterapia de seguimiento que necesitaba, pero la operaron en dos semanas.

«Me puso bajo presión financiera, pero valió la pena al 100%. Se Puedes ganar dinero, pero no puedes recuperar el tiempo», expresó.

Mientras que Brenda Pugh de 60 años, desarrolló osteoartritis severa a fines de 2019 y le dijeron que necesitaba un reemplazo doble de cadera.

Pugh contó a BBC que se sometió a la operación de 11.000 libras (7.150 dólares) en febrero y alertó que había miles de personas en su posición que están sufriendo porque no podían recibir tratamiento.

«No está bien. Todos hemos pagado nuestras contribuciones al Seguro Nacional, todos hemos pagado nuestras cuotas y no poder recibir el tratamiento es simplemente… inmoral», apuntó.

La falta de personal sanitario en el NHS está provocando consecuencias mortales para los pacientes que tienen un infarto, ya que deben esperar una ambulancia un promedio de más de 50 minutos en Inglaterra, según cifras oficiales.

Además más de 22.000 británicos hicieron cola durante más de 12 horas en urgencias antes de ser atendidos.

Las llamadas de los casos más urgentes también aumentaron más de un 30 % en los últimos meses, con pacientes que corren peligro de vida que han estado esperando nueve minutos a los paramédicos, en comparación con la meta de siete minutos.

Esta semana, según el diario Daily Mail, los servicios de ambulancia en toda Inglaterra estuvieron en alerta «negra» en medio de la escalada de la crisis, agravada por las altas temperaturas, lo que indica que están bajo «presión extrema con las autoridades sanitarias pidiendo a los británicos que solo llamen al 999 si su condición es realmente grave”.