El gobierno sirio advirtió hoy, en una muestra de la consolidación de sus fuerzas en Alepo, que rechazará cualquier intento de imponer allí un alto el fuego que no incluya la salida de los rebeldes de la población, y Moscú advirtió que los que permanezcan allí «serán eliminados».

La cancillería de Damasco, en un comunicado publicado por la agencia de noticias oficial SANA, rechazó «cualquier tentativa de alguna de las partes para (establecer) un alto el fuego en el este de Alepo, a menos que garantice la salida de todos los terroristas».

Aseguró que «Siria no abandonará a los ciudadanos del este de Alepo que son rehenes de los terroristas y ejercerá todos los esfuerzos posibles para liberarlos».

Entre tanto, y desde Moscú, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, afirmó hoy que Estados Unidos dilata el comienzo de las consultas ruso-estadounidenses en Ginebra para la retirada de los insurgentes de la mitad oriental de Alepo, informó la agencia de noticias EFE.

Moscú endureció súbitamente sus ya duras posiciones ante Occidente después de un ataque contra un hospital de campaña que ayer costó la vida de dos médicas rusas y causó graves heridas a un trabajador ruso de sanidad.

Su ministerio de Defensa responsabilizó a Estados Unidos y sus aliados en Siria de haber proporcionado a los «terroristas» la información necesaria para bombardear la instalación.

La demora, aseguró Lavrov en conferencia de prensa, deja a los rebeldes, que emitieron hoy un comunicado anunciando que no van a abandonar Alepo, sin sustento alguno.

«El hecho de que los milicianos hayan rechazado abandonar Alepo no significa nada, ya que aún no hay nada que ellos puedan rechazar», aseguró el jefe de la diplomacia rusa. «El acuerdo entre Rusia y Estados Unidos aún no ha sido formalizado», agregó.

Pero amenazó a continuación a los «milicianos que se nieguen a abandonar Alepo por las buenas» que en cualquier caso «serán eliminados» y que «no hay otra salida».

Desde el 15 de noviembre, Alepo es objetivo de una ofensiva del Ejército sirio y de sus aliados que pretenden expulsar a los insurgentes de los distritos del este de la localidad.