La Reserva Federal de Estados Unidos se despertó ante el riesgo que representa la burbuja de los préstamos apalancados para todo el sistema financiero. Se trata de préstamos a compañías muy endeudadas y hasta superendeudadas.

Los bancos de inversión hacen paquetes con esas deudas (como hacían con las hipotecas antes del 2007) y esos paquetes los venden luego a inversionistas como títulos valores llamados literlamente “Obligaciones de Préstamos Colateralizados” de la misma manera en que vendían y revendían los paquetes de hipotecas de alto riesgo hasta el 2008.

Los préstamos apalancados crecieron en 20% durante el 2018 para sumar $1.1 billones de dólares, de acuerdo al Informe de Estabilidad Financiera de la Reserva Federal fechado en mayo de 2019, y que se dio al público el lunes 6 de mayo. Esos préstamos han seguido creciendo en el primer trimestre de 2019t, y según el Banco de Pagos Internacionales, de Basilea, Suiza, esa cifra representa el 70% de los CLO a nivel global.

Según el informe de la Reserva Federal, el riesgo inherente de los préstamos apalancados se ha “intensificado, ya que una mayor proporción consiste de deudores de muy baja categoría de crédito y ya tienen altos niveles de endeudamiento”. En este sentido, “cualquier debilitamiento de la actividad económica podría potenciar las tasas de incumplimiento y provocar contracciones del crédito para el empleo y para la inversión entre estos negocios”.

Si hay una desaceleración en la economía, o una recesión, las insolvencias de las corporaciones pueden detonar una reacción en cadena entre los megabancos, todos los cuales han sucrito o comprado de CLO, o han prestado dinero a intermediarios y otras entidades que han invertido en esos CLO.

No obstante, la Reserva Federal sostiene que el Titanic, es decir, el sistema financiero, es más seguro con los CLO que con los paquetes de hipotecas de alto riesgo en el 2008, ya que según el informe, esos paquetes están “estructurados” de manera “mas segura”.