La presidenta de Perú, Dina Boluarte, descartó este sábado que vaya a renunciar, exigió al Congreso a que “reconsidere la votación del adelanto de elecciones” y llamó a los legisladores a “reflexionar y actuar de cara a los intereses del país”, luego de que el órgano legislativo no logró impulsar el pasado viernes el proyecto del Ejecutivo para convocar a las urnas en diciembre de 2023.

“El Congreso tiene que reflexionar y actuar de cara a los intereses país. El 83% de la población quiere el adelanto de elecciones”, indicó la mandataria en una conferencia de prensa desde el Palacio de Gobierno en Lima, al hacerse eco de una encuesta realizada por la consulta IEP.

“Señores congresistas, no busquen pretextos para no adelantar las elecciones, no se abstengan en el voto, voten directamente de cara al interés del país. No se escuden detrás de una abstención. O es blanco o es negro, a medias tintas no se resuelven los problemas del país”, apuntó Boluarte.

“Está en sus manos el adelanto de elecciones, el Ejecutivo cumplió presentando el proyecto de ley”, indicó y añadió: “Exijo que se reconsidere la votación”.

El Congreso no logró ayer la mayoría calificada que exigía el adelanto de los comicios –porque implica una reforma constitucional- y antes de que pudiera analizarse la reconsideración pedida, la sesión fue suspendida sin nueva fecha por el titular del cuerpo unicameral, José Williams.

En medio de cruces y gritos afloraron las diferencias en torno a si se debía impulsar, en simultáneo al voto de presidente y nueva composición para el Congreso, una Asamblea Constituyente.

Las bancadas de izquierda y centroizquierda eran las que consideraban que la crisis no se resolvía únicamente con comicios, sino que era preciso modificar la carta magna para que a un futuro Ejecutivo no le pase lo mismo que al del destituido Pedro Castillo, erosionado desde su asunción por un Congreso fragmentado pero marcadamente opositor.

La sesión marca otra dificultad en el proceso abierto con la destitución de Castillo, el miércoles de la semana pasada, y la asunción en su lugar de la entonces vice Boluarte.

“Hay un grupo que quiere que Dina renuncie, pero ¿qué se resuelve con eso? Acá vamos a estar firmes hasta que el Congreso resuelva el adelanto de elecciones. Hay que pararse firmes para defender a la democracia”, indicó la mandataria, quien dijo que no es tiempo de “venganzas políticas”.

“Yo no busqué estar acá, protegí hasta donde pude al expresidente Castillo”, manifestó y añadió: “Estoy acá cumpliendo el orden constitucional”.

Por otro lado, Boluarte calificó de “violencia innecesaria” las protestas en varios puntos de Perú que exigen elecciones anticipadas y el cierre del Congreso.

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Esas manifestaciones comenzaron el 7 de diciembre tras la destitución de Castillo, detenido y acusado de rebelión tras anunciar la disolución del Parlamento.

“¿Cuál es el propósito de cerrar aeropuertos y quemar comisarías y dependencias del poder judicial? Esas no son marchas pacíficas, no son reivindicaciones sociales”, apuntó.

“Si las Fuerzas Armadas salieron es para protegerlos porque se venía desbordando la situación de los grupos violentos”, indicó al defender el decreto que estableció el estado de emergencia a nivel nacional durante un periodo de 30 días.

Boluarte aseguró que estos grupos “no salieron de la noche a la mañana, tenían organizado tácticamente tomar aeropuertos y bloquear carreteras”.

“Fallecieron menores de edad en el transcurso de trasladarse de su lugar de origen a la capital por un tema de salud y no los dejaron pasar en las carreteras”, cuestionó.

“Generan terror y honor. Solo con calma, diálogo abierto y paz podemos trabajar”, concluyó.