La oficina de la máxima autoridad de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció que migrantes interceptados en el Mediterráneo y devueltos a un centro de detención en Libia terminan desaparecidos, «vendidos para trabajos forzados» o entregados a contrabandistas que ofrecen llevarlos a Europa.

«Instamos al gobierno libio a realizar una investigación independiente de inmediato para localizar a las personas desaparecidas», dijo el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, quien denunció las «espantosas condiciones» de detención de los migrantes en Libia.

El vocero dijo que tanto la guardia costera como la oficina para combatir la migración ilegal de Libia (DCIM) son responsables de todas las personas detenidas en el centro de la norteña ciudad portuaria libia de Al-Khoms.

En lo que va del año, más de 2.300 inmigrantes fueron interceptados frente a las costas libias y enviados a ése y otros centros de detención. Sólo desde el pasado 30 de abril, la Guardia Costera libia reportó haber llevado a «cientos» de personas a las instalaciones de Al-Khoms, bajo la supervisión formal de la DCIM.

Según las informaciones de la ONU, sólo en una jornada, el 23 de mayo, 230 personas ingresaron a Al-Khoms, pero «actualmente allí sólo hay 30 migrantes», dijo Colville.

Esas desapariciones pueden estar relacionadas con la venta de los migrantes a mafias que operan en la zona, que también se dedican a la explotación sexual en el caso de las mujeres, sostuvo.

La ONU reiteró también su denuncia por los «horrendos abusos» que se perpetran en los centros de detención en Libia y llamó la atención en particular sobre la situación en Zintan, al suroeste de Trípoli, donde 22 migrantes murieron de tuberculosis y otras enfermedades en los últimos meses en el recinto donde se les había confinado.

«Recordamos al gobierno que cuando una persona muere bajo custodia, hay una presunción de responsabilidad del Estado. Libia tiene una obligación mayor de proteger las vidas de los individuos privados de libertad, también proporcionándoles la necesaria asistencia médica», dijo Colville.