El número de muertos por la ola de calor que afecta desde hace cinco días la provincia pakistaní de Sindh, en el sur del país, aumentó hoy a más de 800, según las cifras oficiales.

«El gobierno provincial declaró el estado de emergencia en todos los hospitales de la ciudad y los colegios, universidades y oficinas permanecerán cerrados», explicó Mangnejo.

La mayoría de las muertes se produjeron por golpes de calor y deshidratación, según explicaron fuentes hospitalarias.

Esta ola de calor en Pakistán coincidió con el comienzo el pasado viernes del Ramadán, la festividad más sagrada para los musulmanes y que establece la no ingesta de alimentos y bebidas entre el alba y el ocaso durante un mes.

El portavoz del departamento de meteorología de Pakistán, Muhammad Farooq, anunció que se esperan lloviznas al final del día en Karachi, lo que hará que desciendan las temperaturas que ayer alcanzaron máximas de 41 grados y que hoy rondan los 38, según consignó un despacho de la agencia EFE.

Las olas de calor son frecuentes en el subcontinente indio en los meses de mayo y junio, que preceden a la llegada de las lluvias del monzón.

A finales de mayo, otra ola de calor causó unos 2.000 muertos en el sureste de la India.