La escalada de tensión y violencia entre palestinos e israelíes se disparó nuevamente hoy con la muerte de un niño en el campamento de refugiados de Aida, cerca de Belén, y la amenaza del primer ministro Benjamín Netanyahu de implementar «duras medidas» contra los palestinos para detener la serie de ataques contra ciudadanos de su país.

Apenas un día después de que Tel Aviv cerrara durante dos días la Ciudad Vieja de Jerusalén a los palestinos que no vivan allí y advirtiera con lanzar una ofensiva militar en Cisjordania similar a la de la segunda intifada, un niño de 12 años murió por un disparo en el pecho de las fuerzas israelíes.

La agencia palestina de noticias Ma’an identificó a la víctima como Abed Al Rahman Shadi Obeidalah y aseguró que sufrió un disparo durante una revuelta de residentes del campo de refugiados contra fuerzas israelíes.

El portavoz de la Sociedad de la Media Luna Roja (equivalente local a la Cruz Roja) en Cisjordania, Abed Manasra, confirmó la muerte del niño y agregó que otro adolescente resultó herido por un disparo en la pierna durante el mismo enfrentamiento, según medios locales citados por la agencia de noticias EFE.

Abed fue trasladado en un coche civil al hospital de la cercana localidad de Beit Yala, donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencia, aunque poco después los médicos declararon su muerte.

La versión del Ejército israelí, a través de una portavoz, señaló que hoy «hubo un amotinamiento violento cerca de la Tumba de Raquel, en el que medio centenar de manifestantes tiraron piedras a las fuerzas de seguridad.

«Éstas operaron -prosigue el comunicado- para frenar el asalto con métodos de dispersión de masas y al continuar la agresión, respondieron con armas del calibre 22 hacia uno de los principales instigadores, confirmando haber hecho blanco.

«Sabemos que hay información sobre un palestino muerto. El incidente será investigado», dijo la portavoz militar.

Desde hace varios meses que la escalada de violencia y tensión entre israelíes y palestinos parece no tener fin y cada vez moviliza a más gente, de uno y otro lado.

Advertencia de Netanyahu

Hoy Netanyahu, anunció duras medidas contra los palestinos, que incluyen la «destrucción de viviendas de «terroristas» en procedimientos rápidos y la utilización con más frecuencia de la prisión administrativa que permite la detención sin cargos durante hasta seis meses, con la posibilidad de prórroga.

En Jerusalén y en Cisjordania en tanto, se ampliará la presencia de las fuerzas del orden, dijo el premier en declaraciones a la radio israelí tras deliberar con su gabinete de seguridad anoche.

También se prohibirá a los «incitadores» palestinos la entrada a la Explanda de las Mezquitas (o Monte del Templo) en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Ayer, el ministró de Transporte y de Servicios de Inteligencia, Israel Katz, había atizado aún más el clima de tensión en la región, al advertir que si es necesario se lanzará una ofensiva militar masiva en Cisjordania como la de 2002, durante la segunda intifada.

Anoche, otro palestino, Huthayfa Othman Suleiman, murió y tres más resultaron heridos por fuego israelí en la ciudad de Tulkarem, en el noroeste de Cisjordania, cuando un grupo de jóvenes atacaron con piedras, cócteles molotov y neumáticos ardiendo un puesto de control militar.

Más de 450 palestinos heridos

Según cifras de la Media Luna Roja, desde el domingo fueron atendidos 457 palestinos heridos en enfrentamientos con israelíes, de los que unos 155 sufrieron heridas de munición real o balas de acero recubiertas de goma y el resto fueron intoxicados por inhalación de gases lacrimógenos.

Cisjordania y Jerusalén Este viven una gran tensión tras la violencia que siguió al asesinato en la tarde del sábado de dos israelíes, donde además resultaron heridas otras tres personas, en un ataque en la Ciudad Vieja de Jerusalén por parte de un palestino, que finalmente fue abatido por fuerzas israelíes.

En la madrugada posterior hubo otro ataque con arma blanca a un adolescente israelí de quince años y la Policía mató a un palestino de 19, al que acusa de ser el atacante, algo que su familia y fuentes palestinas niegan.

Israel incrementó la seguridad en la región y prohibió durante dos días (desde el domingo) el acceso de palestinos a la Ciudad Vieja de Jerusalén, exceptuando a residentes, comerciantes y a quienes estudian o trabajan en los colegios de la ciudadela.