Un tribunal ruso consideró este martes legal la sentencia de nueve años de prisión en «régimen severo» dictada en marzo pasado al líder opositor Alexey Navalny por estafa de gran cuantía y desacato, y rechazó el recurso presentado por la defensa.

«El veredicto del tribunal de Lefortovo del 22 de marzo no cambió», declaró un juez del tribunal municipal de Moscú, indicando que entra «en vigor inmediatamente».

En primera instancia, el 22 de marzo, el líder opositor, que ya cumplía una pena de detención en «régimen normal», fue condenado a nueve años de prisión en régimen «severo», donde las condiciones son más duras.

Navalny está acusado, entre otros cargos, de malversar millones de rublos de donaciones a sus organizaciones anticorrupción.

Los abogados del activista opositor indicaron inmediatamente que presentarían un recurso contra esa sentencia.

El opositor compareció por videoconferencia desde la prisión de Pokrov, a 100 kilómetros de Moscú donde cumple su primera condena.

Llamado a expresarse antes de la clausura de los debates, el opositor no vaciló en sus palabras, a pesar de varios pedidos de orden por parte del tribunal.

«Desprecio su tribunal, su sistema», comentó, estimando que este juicio no tenía «sentido», informó la agencia de noticias AFP.

«Por supuesto que no quiero estar en una celda», dijo. «Preferiría ver crecer a mis hijos. Pero llamo a la gente a no tener miedo, tener miedo es un crimen contra nuestro futuro», continuó.

Ahora Navalny será trasladado desde la prisión de Pokrov a una de alta seguridad, según su letrada Olga Mijailova, quien pidió anular la sentencia porque – asegura – viola las normas internacionales en el conjunto de sentencias anteriores, señaladas como «arbitrarias» por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Navalny fue víctima de envenenamiento en agosto de 2020 y acusó al Kremlin de ser responsable, lo que fue negado en reiteradas oportunidades por el Gobierno ruso.

Fue detenido apenas regresó a Rusia en enero de 2021, tras meses de convalecencia en Alemania.

Rusia nunca abrió una investigación sobre lo sucedido bajo el argumento de que no hay pistas y que Alemania nunca compartió las pruebas médicas sobre el caso.

Pese a estar en prisión, Navalny sigue instando a los rusos a mantenerse firmes y aseguró en enero último que «no se arrepiente ni un segundo» de haber regresado a su país.

En apoyo, el Parlamento Europeo le concedió en 2021 el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia.

También se pronunció contra la ofensiva del ejército ruso en Ucrania y llamó a sus aliados y a quienes lo apoyan a manifestarse por la paz, pese a los riesgos de detención y de graves acciones judiciales.