El expresidente de Bolivia Evo Morales adelantó este lunes que analiza regresar a su país el 11 de noviembre, tres días después de la asunción del mandatario electo, Luis Arce, y pidió la condonación de la deuda externa de los países de América latina.

Mientras tanto, la justicia de Bolivia anuló la orden de detención y la imputación contra Morales por un caso de terrorismo, luego de conceder un pedido de libertad presentado por la defensa.

“Las seis federaciones del Trópico de Cochabamba están evaluando nuestro pedido de que vuelva el 11 de noviembre”, anunció el exmandatario en declaraciones a la agencia de noticias rusa Sputnik.

En sintonía con esa postura, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, de la que Morales es afiliado, se comunicó el pasado domingo con el exgobernante para trasladarle la misma solicitud.

“Su máximo ejecutivo, el compañero Jacinto Herrera, desea que vuelva lo más pronto posible, pero también el 11”, precisó.

Morales reiteró que no será funcionario en el nuevo gobierno de su Movimiento al Socialismo (MAS) que encabezará Arce tras su victoria en primera vuelta en los comicios de hace ocho días. “No, para nada”, remarcó.

Asimismo, opinó que “debería haber una condonación de la deuda externa para América latina por el tema de la pandemia”, porque el desafío actual es el de “levantar la economía en todo el mundo, con todos los países afectados que están en América latina”.

El exmandatario dijo que puede ser útil para “hablar con organismos internacionales”, que usualmente son “tan rígidos en el tema deuda”.

Al respecto, recordó que al llegar al gobierno, en 2006, consiguió que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), España y Japón condonaran la deuda de Bolivia.

“Cuando yo llegué a presidente la deuda externa representaba 56% del producto interior bruto (PIB) y la bajamos a 11%”, subrayó.

Admitió que cuando dejó el gobierno, en noviembre de 2019, la deuda había aumentado a 23% del PIB pero remarcó que ahora es de “cerca de 40%, así que en un año se ha destrozado la economía”.

Por otra parte, Morales reiteró que su país iniciará una demanda formal ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) para promover la remoción de su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, si este no presenta su renuncia.

Paralelamente, el juez de instrucción de La Paz, Román Castro, anuló este lunes la orden de detención y la imputación contra Morales por un caso de terrorismo, después de conceder un pedido de libertad interpuesto por la defensa.

“El juez ha otorgado la tutela porque en el análisis de los antecedentes se vio el pedido de vulneración de los derechos fundamentales del expresidente, especialmente del derecho a la defensa”, explicó el presidente del Tribunal Departamental de Justicia, Jorge Quino, según el diario cochabambino Los Tiempos.

“Por la información que tengo, al señor expresidente se lo citó a través de edictos cuando ya se sabía que estaba viviendo en la Argentina”, añadió Quino.

Según su explicación, el magistrado tomó esa decisión porque la citación por edictos se realizó sin cumplir los procedimientos.

“El juez ha advertido ese error de los fiscales y ha dispuesto dejar sin efecto la imputación y el mandamiento de aprehensión”, precisó Quino, quien aseveró que el cumplimiento de esa acción de libertad es obligatorio y de cumplimiento inmediato.

La audiencia de acción de libertad se desarrolló el sábado.

Castro es el mismo juez que recientemente anuló la orden de detención del exministro de Justicia Héctor Arce.

Morales está refugiado en Buenos Aires desde el 12 de diciembre pasado, tras pasar un mes en México luego de su salida de Bolivia después de renunciar al gobierno y denunciar que había sido víctima de un golpe de estado.