La justicia británica revocó este viernes su decisión de no extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, donde es requerido por publicar documentos clasificados en 2010 y 2011, que según el Gobierno estadounidense violaron la ley y pusieron en peligro vidas.

De esta forma, el Gobierno estadounidense ganó la apelación del Tribunal de Magistrados de Westminster para la extradición del periodista.

Estados Unidos había apelado un fallo judicial del Reino Unido en enero pasado, cuando la Corte británica dictaminó que no podía ser extraditado a ese país debido a preocupaciones por su salud mental.

La jueza de distrito Vanessa Baraister había dictaminado que Assange no debería ser enviado a Estados Unidos, al considerar que corría riesgo de suicidio si esa posibilidad se concretaba.

Assange, de 50 años, es buscado en Estados Unidos por una supuesta conspiración para obtener y divulgar información de defensa nacional luego de la publicación de WikiLeaks de varios cientos de documentos filtrados relacionados con las guerras en Afganistán e Irak.

Los delitos por los que el activista es requerido en Estados Unidos suman una condena de más 175 años de cárcel.

En respuesta a la decisión del Tribunal Superior de Londres, la pareja de Assange, Stella Moris, dijo a los medios británicos que apelará esta decisión lo antes posible.

Moris describió el fallo del Tribunal Superior como «peligroso y equivocado» y un «grave error judicial».

En tanto, Rusia condenó la decisión judicial británica de permitir que Assange pueda ser extraditado.

«Este veredicto vergonzoso en el marco del caso político contra el periodista y figura pública es otra manifestación de la cosmovisión caníbal del tándem anglosajón», escribió la portavoz de la Cancillería de ese país, María Zajarova, en su canal de Telegram y agregó que de este modo «digno» Occidente celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos y el fin de la Cumbre para la Democracia, convocada por Estados Unidos.