La industria alemana avizora 2023 con pesimismo e inquietud, según una encuesta del Instituto de Economía Alemana publicado por el medio Das Erste, que indica que la mayoría de las asociaciones industriales estima una caída de la producción para el año entrante.

Entre las causas más importantes se encuentran los gastos altos para la energía y la escasez de mano de obra calificada. La encuesta ha mostrado que, en comparación con 2021, los ánimos empeoraron drásticamente.

De acuerdo con la encuesta, 39 industrias -de un total de 50 encuestadas- informaron que la situación, según sus estimaciones, empeoró significativamente, tal reprodujo la agencia de noticias Sputnik.

El jefe del Instituto de Economía Alemana, Michael Hüther, afirmó que el panorama de expectativas ahora es «extremadamente negativo, mucho peor que el año pasado», cuando ninguna de las asociaciones industriales preveía la reducción de las producciones. Hoy se cuenta con solamente una minoría que espera un aumento en 2023.

Hüther, puntualizó que uno de los problemas más graves es el precio de la energía, que alcanzó sus máximos históricos en 2022.

Los crecientes precios afectan a los sectores de alto consumo energético, que actúa como el núcleo del modelo económico alemán al ser la base de toda la industria.

Añadió que el ambiente es «especialmente deprimente». Una de las industrias que más padece del aumento de los gastos en la energía es la construcción.

Resulta extremadamente caro atraer nueva mano de obra. Según Hüther, se observa la «escasez de personal cualificado en todas partes, así como de mano de obra en general».

El Instituto de Economía Alemana concluye su investigación con la necesidad de crear un mercado laboral fuerte para sostener la economía.

Los países europeos viven una crisis energética debido a las restricciones contra los combustibles rusos por la operación militar especial en Ucrania lanzada el pasado febrero.

Millones de europeos viven al borde de la pobreza energética debido a la escalada de los precios. De acuerdo con las estimaciones del Banco Central Europeo (BCE), la inflación general anual de la zona euro alcanzará el 8,1% este año.