«En nombre de la iglesia en El Salvador quiero hacer un llamado, una petición, al señor presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a su gobierno a no continuar con las deportaciones de nuestros hermanos centroamericanos», declaró en rueda de prensa el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar.

«No es justo, ellos no son criminales para ser deportados, son personas buenas, son personas humildes, sencillas, que buscan mejorar sus vidas sin hacer mal a nadie, al contrario brindan su trabajo honesto», añadió.

Estados Unidos se propone incrementar en 2016 la persecución y deportación de los migrantes ilegales, particularmente los centroamericanos, lo cual encendió las alarmas sobre todo en el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).

En la semana que finalizó Guatemala recibió a cuatro madres y diez niños deportados.

El gobierno de El Salvador anunció el jueves que logró suspender la deportación desde Estados Unidos de 22 personas (8 adultos y 14 niños) atrapadas el 2 y 3 de enero en el marco de las primeras redadas del año de inmigrantes indocumentados.

En 2015, el Triángulo Norte recibió a 89.611 deportados por Estados Unidos. La mayoría (36.416) eran hondureños, seguidos por los guatemaltecos (31.443) y lso salvadoreños (21.752).

Escobar hizo un llamamiento a las autoridades norteamericanas para aprobar una «reforma integral migratoria» que favorezca la regularización de los millones de migrantes en esa nación.

En Estados Unidos viven en forma legal o indocumentada 2,6 millones de los 3 millones de salvadoreños residentes en el extranjero, quienes en 2014 enviaron 4.217,2 millones de dólares en remesas familiares, equivalentes al 16,5% del PIB del país.

Foto: Televicentro