El papa Francisco dijo que «hombres y mujeres de hoy necesitan una inyección de espíritu de familia», al tiempo que afirmó que el Sínodo de Obispos que se desarrolla en Roma «debe responder» a la atención y cuidado sobre la institución familiar.

«El pasado domingo comenzó el Sínodo de los Obispos con el tema vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo. La familia requiere toda nuestra atención y cuidado, y el Sínodo debe responder a esta solicitud», planteó hoy Francisco en la Audiencia General en plaza San Pedro.

«Los hombres y las mujeres de hoy necesitan una inyección de espíritu de familia. Ante el débil reconocimiento y apoyo a la persona en las diversas relaciones sociales, la familia abre una perspectiva más humana, que permite establecer vínculos de fidelidad, sinceridad, cooperación y confianza», agregó Francisco.

La familia, valoró el Pontífice, «enseña a honrar la palabra dada, a respetar a cada persona y a comprender sus límites».

En esa dirección, agregó el Santo Padre, la familia «brinda na atención insustituible a los miembros más pequeños, vulnerables, heridos y devastados en su vida».

El Obispo de Roma explicó que “para la Iglesia el espíritu de familia es como su carta magna: la Iglesia es y debe ser la familia de Dios. A través de ella, Jesús pasa de nuevo entre nosotros para persuadirnos de que Dios no nos ha olvidado. A través de la familia la Iglesia sale de nuevo a pescar para evitar que los hombres se ahoguen en el mar de la soledad y la indiferencia”.

La XIV Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos discute en el Vaticano hasta el próximo 25 de este mes los desafíos de la familia en el mundo de hoy, con 270 «padres sinodales» reunidos, que irán preparando un documento final sobre el que Francisco tendrá «la última palabra».

Además de los religiosos de cinco continentes y más de 100 países, hay una serie de expertos como «observadores», entre ellos 13 mujeres a título personal y 18 matrimonios.