La economía del Reino Unido creció 7,5% en 2021 a pesar de retroceder en diciembre último debido a las restricciones por el avance de la variante Ómicron de coronavirus, según las cifras oficiales.

El crecimiento superó las previsiones del Banco de Inglaterra, tras una caída de 9,4% de la economía en 2020, que resultó la más profunda en 99 años.

Los nuevos datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) también mostraron que el Producto Bruto Interno (PBI) creció 1% en el último trimestre del año, pese al pico de la ola de Ómicron.

Los sectores del comercio minorista y servicios fueron los más perjudicados en diciembre.

En el último mes del año pasado, cuando el impacto de Ómicron fue más fuerte y afectó mucho al comercio, restaurantes y hostelería, el PBI británico avanzó 0,2% interanual.

Sin embargo, el impacto del crecimiento podría ser limitado a corto plazo en medio de señales de que la economía se encuentra bajo presión por el aumento de los precios y la crisis de la energía.

De hecho, se prevé que la inflación aumente considerablemente desde su nivel más alto en 30 años, según los analistas.

El director de estadísticas económicas de la ONS, Darren Morgan, dijo a la BBC que la expansión en 2021 mostró que el Reino Unido era la economía de más rápido crecimiento en el grupo de naciones del G7, pero pidió precaución al hacer comparaciones estrictas.

«El crecimiento en 2021 proviene de una base baja en 2020, cuando la economía cayó bruscamente», explicó Morgan.

Por su parte, la economista jefa de la Confederación de la Industria Británica (CBI), Rain Newton-Smith, señaló a Sky News que las empresas todavía están lidiando con la escasez de suministros y las presiones de los costos, mientras que los hogares enfrentan una crisis inminente del costo de vida.

«Estamos atrapados en una trampa de bajo crecimiento, y la única forma de salir es un enfoque implacable en la competitividad», subrayó Newton-Smith.