El Reino Unido finalizó 2019 con una economía estancada a medida que el sector de servicios se desacelera en medio de la incertidumbre por el Brexit, según una investigación de las Cámaras de Comercio Británicas (BCC).

Con la decisión de abandonar la Unión Europea (UE) el próximo 31 de enero resuelta, la cámara de empresas mercantiles le advirtió al gobierno de Boris Johnson que debe asegurarse que el Brexit se haga bien y se trabaje sobre una clara futura relación comercial con la UE a fin de fortalecer las perspectivas de la inversión empresarial y el crecimiento.

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La demanda viene a cuenta de que los resultados del estudio de la BCC, el más grande en su tipo en el Reino Unido y el que es considerado como un índice fiable sobre el crecimiento del PIB, encontraron que la mayoría de los indicadores de salud económica son negativos.

A modo de ejemplo, arrojó que el sector de servicios, que representa casi el 80% de la producción económica del Reino Unido, vio empeorar los últimos meses todos sus indicadores clave en comparación con el tercer trimestre de 2019.

Estos indicadores permanecen muy por debajo de su promedio histórico, indicó el informe.

Los indicadores de pedidos de fabricación y exportación también resultaron negativos durante dos trimestres consecutivos por primera vez en alrededor de una década.

Al mismo tiempo desde la Cámara informaron que las intenciones de inversión siguen siendo débiles según los estándares históricos.

En ese sentido, el saldo de empresas en el sector manufacturero que planean aumentar la inversión en plantas y maquinaria cayó a su nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2011.

Suren Thiru, jefe de Economía de la BCC, afirmó en un comunicado que la economía del Reino Unido cojeó durante el último trimestre de 2019.

Señaló que el cuarto trimestre se caracterizó por una amplia desaceleración en el sector de servicios dominante con todos los indicadores clave que se debilitaron en el último trimestre, en medio de un lento gasto en el consumo de los hogares y presiones de más impuestos y altos costos.

Asimismo, Adam Marshall, director general de BCC, sugirió que el gobierno debe usar su mayoría obtenida en las elecciones del mes pasado para «tomar grandes decisiones para estimular el crecimiento», adelantar el gasto en infraestructura, reducir los costos comerciales, apoyar la capacitación y garantizar la certeza sobre el futuro del comercio con la antigua UE socios.

“El fin del estancamiento político en Westminster también debe emprender acciones para renovar la confianza empresarial y terminar con el estancamiento prolongado que está afectando tanto del Reino Unido», apuntó.

Mientras tanto, el nuevo Parlamento británico tiene previsto aprobar la próxima semana los trámites del acuerdo del Brexit negociado con Bruselas, rechazado por la anterior Cámara de los Comunes.

El Reino Unido abandonará la UE el próximo 31 de diciembre, luego de más de tres años de haber votado el Brexit en el referéndum.