Ecuador está viviendo momentos álgidos de tensión. En medio de un escenario de crisis económica, social y de seguridad, el presidente Daniel Noboa declaró el estado de excepción, con toque de queda, el lunes. Al día siguiente, una emisión en directo de la cadena de televisión  TC fue interrumpida por personas encapuchadas y armadas. 

Tras los incidentes, en los cuales se vio a algunos de los encapuchados salir de un estudio de grabación con parte del personal, la Policía informó la captura de algunos de los miembros de la banda. El hecho motivó el repudio a la violencia y la solidaridad para con ese país y el Gobierno por parte diversos organismos internacionales y jefes de estado.

Especialistas remarcaron que la causa principal del brutal avance del narcotráfico en Ecuador se debe a la economía dolarizada, instaurada hace ya 23 años. La implementación de este tipo de cambio provcó la reducción de la inflación, pero a costa de un aumento de la pobreza y la desocupación, lo que, sumado a una reducción paulatina pero firme de la intervención estatal, motivó la irrupción y consolidación de los carteles de drogas, que encontraron en una economía desregularizada la vía libre para hacer sus millonarios negocios.

La ecuación es simple: la dolarización facilita el lavado de activos. Las bandas narco pudieron oficiar de franquicias para los grandes poderes internacionales del crimen organizado. En ese marco, el crecimiento de la violencia en los últimos años está íntimamente relacionado, con un incremento arrollador desde 2019, transformándose actualmente en la nación sudamericana más peligrosa de la región, con índices superiores a los de México y Colombia, por ejemplo.

A colación de esto, bien vale refrescar la memoria y escuchar las declaraciones en plena campaña electoral de cara al balotaje del mandatario Noboa. En una entrevista concedida al canal Todo Noticias (TN), criticó la dolarización y le asignó la principal responsabilidad como factor desencadenante de la insurgencia, consolidación y desarrollo de la violencia criminal.

El lavado de activos es la segunda expresión del crimen organizado en el Ecuador, solo superado por el narcotráfico. Según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), Ecuador se convirtió en un centro de blanqueo de capitales.

El dato principal es que el narcotráfico es la principal expresion del crimen organizado en Ecuador: con un 23% de incidencia, seguido del lavado de activos con un 17%, la corrupción en todas las instituciones del Estado con un 16%, el tráfico de armas con 10% y finalmente el tráfico de hidrocarburos relacionado al narcotráfico, con el 9%.

Expertos en seguridad de ese país sostienen que el vínculo de la dolarización con la violencia criminal y el narcotráfico es evidente, una fuente interesante para los principales carteles del mundo, que tienen respaldo en el sistema financiero para sus operaciones, otorgándole libertad y legalidad a sus movimientos, con el consecuente peligro para todos los organismos del Estado.

Además, está entre los dos países de mayor uso ilícito de coca (Colombia y Perú), con flujo libre para tránsito, transporte, acopio y envío a los mercados internacionales a través de la contaminación de las exportaciones formales.

>>Te puede interesar: Ecuador: encapuchados tomaron un canal de TV y el presidente saca a las fuerzas armadas a la calle

Eso le da la ventaja al crimen organizado para producir en pesos o en soles y luego traer el producto a un mercado en dólares, con una cotización en dólares, a los mercados europeos.

Todo esto viene a colación para reflexionar profundamente sobre que modelo de país se quiere para la Argentina, uno donde el narcotráfico y la violencia criminal tiendan canales para expadirse y pasar a manejar la vida, en base a una economía amigable que le haga un guiño, o bien se fortalece el rol del Estado para hacerlo mejor y más efectivo en el combate contra el delito.