Una delegación de argentinos, integrantes de Argentina en Solidaridad con Bolivia fue retenida por las fuerzas de seguridad de Santa Cruz de la Sierra. Sus 14 de sus integrantes, entre los que se encuentraban Juan Grabois, Pablo Pimentel, Marianela Navarro, Pablo Garciarena, Pablo Pimentel, entre otros fueron separados e interrogados y registrados ilegamente. Además, fueron agredidos por un grupo de personas simpatizantes de Luis Fernando Camacho.

Como parte de la delegación viajó el concejal Juan Monteverde (Ciudad Futura), quien señaló: «Gravísimo lo del ministro de Gobierno, nos amenaza por televisión impunemente».

«A los extranjeros que están llegando al país hechos unas mansas palomitas a tratar de incendiar el país, tengan cuidado. Los estamos mirando, los estamos siguiendo, estamos viendo lo que están haciendo. En el primer paso en falso que den se la van a ver con la policía. La policía está viendo y tienen orden de no permitir que se dañe a nuestro país», fue el mensaje del ministro de gobierno de facto de ese país, Arturo Murillo.

 

La delegación llegó al hermano país par para elaborar un informe sobre el conflicto político e institucional y sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos.

En declaraciones a radio La Red,  Juan Grabois, relató que fue golpeado fue golpeado por personas que respondían al dirigente Luis Fernando Camacho «ante la complicidad de las fuerzas de Seguridad».

El referente social viajó el pasado jueves al país del Altiplano junto a una delegación integrada por abogados, académicos y dirigentes de movimientos sociales con el objetivo de «hacer un relevamiento de las múltiples violaciones a los derechos humanos que se están produciendo a partir del accionar represivo de la dictadura cívico-militar que hay en Bolivia».

«En el Aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra había un operativo de las fuerzas de Seguridad y de choque de Camacho. Nos interrogaron y nos hicieron una serie de advertencias sobre lo que podemos decir o no en Bolivia. Luego nos hicieron pasar por un lugar donde había una docena de personas preparadas para insultarnos. Hubo amenazas de muerte, insultos xenofóbicos y homofóbicos», sostuvo el dirigente del Frente de Todos.

Grabois denunció que la «agresión estaba organizada», ya que afirmó que «no era gente que estaba de casualidad: sabían nuestros nombres, había cámaras de televisión».

«Le pegaron a algunos de los integrantes de la delegación ante la complicidad de las fuerzas de Seguridad. El objetivo era amedrentar, humillar», añadió.

Además, desde diversas organizaciones denunciaron las abiertas amenazas del actual ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo a las delegaciones y periodistas extranjeros.

«A los extranjeros que están llegando al país hechos unas mansas palomitas a tratar de incendiar el país, tengan cuidado. Los estamos mirando, los estamos siguiendo, estamos viendo lo que están haciendo. En el primer paso en falso que den tratando de hacer terrorismo o sedición, se la van a ver con la policía. La policía está viendo y tienen orden de no permitir que se dañe a nuestro país», advirtió agresivamene Murillo frente a las cámara de televisión.