Los siete bancos más grandes con sede en Estados Unidos registraron una pérdida de $24,000 millones de dólares por las cuales se vieron en la necesidad de aumentar sus provisiones por insolvencia en el primer trimestre de este año; JPMorgan Chase fue el que tuvo la mayor parte, con $8,000 millones. Por lo visto están haciendo preparativos para cubrir las pérdidas por los préstamos morosos (como los de las compañías de petróleo de esquisto, por ejemplo) en medio de la depresión en curso; pero todavía está lejos de tocar fondo, y muy pronto vamos a ver a estos banqueros llorando por un salvataje mayor, según el comentario del 20 de mayo en Bloomberg News, en un artículo titulado “Una pila de $150,000 millones de dólares en deudas congeladas empieza a preocupar a los bancos de Estados Unidos”.

Durante el crac financiero de 2007-2008, el sistema bancario registró pérdidas por un 6% del total de los activos de los bancos; las reservas que han tenido que hacer ahora para cubrir las pérdidas es sólo el 1.5% de sus activos actuales. Pero las pérdidas por los préstamos corporativos pueden ser mucho mayores en esta ocasión, como resulta evidente de las millones de empresas amenazadas con la bancarrota o que ya están en bancarrota. Tan solo en el caso de la conocida firma de automóviles de renta, Hertz, su quiebra representa $20,000 millones de deuda insolvente. Así que los cálculos conservadores indican que los grandes bancos tendrán que asumir entre $75,000 y $100,000 millones de dólares en pérdidas por préstamos insolventes; luego están las deudas de los hogares, desde hipotecas hasta tarjetas de crédito.

Según Bloomberg, hay unos $150,000 millones de dólares en total de crédito al consumidor que está “congelado”, en varias formas de morosidad. El artículo del 20 de mayo tiene un cuadro de 15 bancos, entre ellos también algunos bancos regionales grandes, para los cuales la parte de préstamos “congelados” representa entre el 15% y el 23% de los activos de esos bancos. Los bancos están presionando ahora para que los clientes deudores reanuden sus pagos. “con la posibilidad de sacar de sus programas a algunos de esos clientes, en medio de que la banca trata de evaluar con claridad cuántos de esos clientes no pueden realmente reanudar sus pagos durante la pandemia del coronavirus”.

En el momento en que una fracción importante de esos negocios y hogares conviertan la morosidad temporal en incumplimiento, el capital de los bancos se volverá insolvente, y entonces van a buscar a la Reserva Federal para que los rescate. Mientras tanto, la Reserva Federal ha impreso $5 billones de dólares para salvar a los mercados de valores y de derivados financieros, y de ninguna manera con esto ha eliminado el riesgo en el que se encuentra todo el sistema bancario; lo que debería hacer un gobierno sensato es simplemente cerrar esos mercados hasta que se reanude el crecimiento de la economía real.