El presidente de Brasil, Michel Temer, se encuentra aún más complicado por casos de corrupción a raíz de la aparición de cuatro nuevos audios que la policía federal anexó a la investigación, en donde se lo escucha hablando con empresarios brasileños.

En estas nuevas pruebas, el mandatario se encuentra hablando con empresarios ligados a Odebrecht y el coronel Joao Baptista Lima Filho, amigo del presidente y citado en varias ocasiones por las «delaciones premiadas» como su recaudador financiero.

Lima, en uno de los audios, pregunta a Márcio José Freira do Amaral, funcionario de la Hoya Corretora (Odebrecht), si habría nuevos traspasos de dinero. «¿Tiene alguna previsión para algo más o no?», Cuestiona Lima. «No, todavía no tengo ninguna información», dice Amaral.

Además, allí el funcionario cuestiona a Lima si las tres «reuniones» se habían realizado correctamente. «Todo bien todo bien. La última, la del viernes, en que se entregó allí al Silva las ‘actas’, ellas no fueron iguales a las ‘actas’ anteriores, ¿no? «Se quedó un poco más abajo», respondió Lima. «Es, un poquito abajo, porque el número estaba roto», explicó el funcionario. «Está bien», afirmó Lima.

En otro de los audios, también entre el coronel y un funcionario de la Hoya, el amigo de Temer habla sobre la entrega de valores. Esta conexión a la empresa del carpintero se dio a las 10.25 de 19 de marzo de 2014. Alrededor de una hora después, a las 11.35, Lima llamó a un teléfono móvil en nombre de Temer, y dos minutos después de hablar con el presidente a las 11.37, Lima ha recibido otra conexión de la empresa del petrolero responsable de las entregas de valores.

Actualmente, Temer no está pasando por su mejor momento político, y es que además de estar envuelto en los escándalos de corrupción, los brasileños cada vez lo apoyan menos.

Michel Temer, cuya impopularidad es récord para un jefe de Estado en las tres últimas décadas, fue abucheado al encabezar, por última vez, el tradicional desfile militar en Brasilia, con el que país sudamericano conmemora el día de su independencia.

Temer, que asumió la presidencia en agosto de 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, entregará el cargo en enero próximo al vencedor de las elecciones presidenciales del 7 de octubre próximo.

Según los últimos sondeos, la popularidad del actual gobernante no supera el 4 por ciento, la más baja para un presidente desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, y la intención de voto del candidato presidencial de su partido, el exministro de Hacienda Henrique Meirelles, se limita al 2 por ciento, lo que lo ubica como el octavo en la lista de favoritos.