La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pidió hoy al presidente catalán, Carles Puigdemont, que no declare la independencia de forma unilateral porque «dinamitará puentes», tras afirmar que el referéndum de secesión del 1 de octubre «no es un aval» para romper con España, pero puede servir para abrir un diálogo.

Por medio de una declaración institucional, la dirigente de izquierda afirmó que Cataluña y España están ante la crisis institucional «más grave desde la restauración de la democracia» y que, tras las manifestaciones de distinto signo de las últimas semanas, es necesario dar una «salida política inclusiva» a lo ocurrido.

El referéndum del 1 de octubre «representa un antes y un después y marca el agotamiento del modelo autonómico», añadió Colau, quien tras denunciar la «brutalidad policial» de aquel día, instó al presidente Puigdemont a «no precipitarse» porque «no podemos poner en peligro la cohesión social».

Según la alcaldesa de Barcelona, «los resultados del 1 de octubre no pueden ser un aval para proclamar la independencia”, pero sí pueden servir para el diálogo.

«Es la hora de construir puentes, no de dinamitarlos», advirtió al líder secesionista.

«No necesitamos una escala que no beneficia a ninguno, es hora de gestos de distensión», insistió Colau.

La dirigente también interpeló al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, con el que admitió que tiene muchas diferencias, y le demandó que «no aplique el artículo 155 de la Constitución, que revierta la intervención en la autonomía catalana, y retire los efectivos policiales desplegados de forma extraordinaria en Cataluña», para «recuperar la normalidad institucional».

«Pido que abandonemos las trincheras, abandonemos el lenguaje belicista, démonos tiempo para respirar. No es el momento del choque de trenes, es el momento del diálogo», dijo.

“Pido a Rajoy y a Pugidemont que no tomen ninguna decisión más que pueda dinamitar un espacio de diálogo. Este será el acto más valiente”, subrayó Colau.

El mensaje de la dirigente incluyó una referencia al opositor Partido Socialista (PSOE), al que agradeció que «hable de diálogo», pero le instó a pasar a los hechos, para abrir vías efectivas que lo permitan.

Finalmente, se dirigió a los ciudadanos de Barcelona, porque dijo que le costa que están «tristes y preocupados», y les animó a tener confianza porque, «somos una ciudad de paz y diálogo que siempre ha salido adelante en los momentos más difíciles».