El pedido de un juicio político contra Temer fue presentado por un abogado y rechazado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, pero el denunciante apeló al Supremo y obtuvo el apoyo del magistrado Mello, quien alegó que la acusación es similar a la que llevó a iniciar el proceso contra Rousseff.

El autor del pedido de juicio político, Mariel Márley Marra, sostuvo en su denuncia que el vicepresidente habría incurrido en el mismo «delito de responsabilidad» que Rousseff al firmar algunos de los decretos que facilitaron unas maniobras contables para maquillar los resultados del Gobierno en los últimos dos años.

Sin embargo, el presidente de Diputados, que integra el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMBD), que lidera Temer, se negó a aceptar las acusaciones contra su jefe partidario, al mismo tiempo que sí aceptó las que se hicieron contra Rousseff, tal como dejó asentado el juez en su decisión de hoy.

El juez explicó que su sentencia «no emite juicios en relación a la conducta del vicepresidente de la República», pero consideró que Cunha, al rechazar una demanda y aceptar otra, «no atendió la debida formalidad legal».

Mello también determinó que se instale una comisión especial en la Cámara de Diputados, bajo el mismo molde de la ya designada para analizar las acusaciones contra Rousseff, pero centrada en el caso del vicepresidente.

A pesar de que el PMDB resolvió el 29 de marzo abandonar la alianza de gobieno que lidera el Partido de los Trabajadores (PT), Temer se mantiene en el cargo y es el primero en la línea de sucesión y quien asumiría el poder en caso de que Rousseff sea destituida.