Esta vez, las calles fueron ocupadas por jubilados y estudiantes que, por separado, denunciaron las reformas, que afectan negativamente su vida y futuro.

Miles de jubilados se congregaron frente al Ministerio de Economía para protestar contra la jubilación en edad avanzada y aumento de los impuestos sobre la base de sus ingresos de jubilación que están a punto de ponerse en marcha con una nueva reforma.

Por su parte, los estudiantes condenaron nuevas reformas que tienen lugar en las escuelas secundarias francesas, calificándolas de “injustas” e insistieron que crean aún más la desigualdad entre los que quieren seguir sus estudios en la universidad.

Muchos estudiantes están enojados con una nueva plataforma de selección llamada ‘Parcoursup’ para la admisión a la universidad, que, según los jóvenes, está basada en el estado geográfico, impidiendo que los estudiantes más pobres de los suburbios de la ciudad ingresen a universidades prestigiosas en centros urbanos.

Estas protestas se produjeron después de que las manifestaciones de los “chalecos amarillos” entraran en su segundo mes.

Este movimiento dio inicio a una serie de convocatorias masivas contra el alza del precio del combustible para 2019 y se expandieron rápidamente por todo el país, obligando a Macron a dar marcha atrás en sus políticas.