La hija del magnate y presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la empresaria Ivanka Trump, decidió cerrar para siempre su empresa dedicada a la moda y despedirá a todos los empleados que trabajan en la Trump Tower, donde tiene domicilio, sobre la Quinta Avenida.

La asesora presidencial se dedicará full time a sus «actividades en Washington» por lo que anunció el cese de todas sus actividades empresariales, incluida la de su línea de joyas.

Ivanka, quien es funcionaria desde hace 17 meses y sigue los pases de su padre, junto a su esposo Jared Kushner, declaró que «no sabe ni cuándo ni si volverá a hacer negocios».

«Mi atención en el futuro inmediato es el trabajo que estoy haciendo en Washington. Asumir esta decisión es ahora lo justo para mi equipo y mis socios», señaló la hija del millonario mandatario, quien aseguró haber «meditado mucho la decisión».

Si bien se había alejado operacionalmente de la empresa desde su desembarco en el sector público, para evitar «conflictos de intereses», nunca cesaron las críticas de los detractores, quienes la acusaron de utilizar su posición en beneficio de su grupo.

Además, fue denunciada por fabricar mayoritariamente productos en China e Indonesia y favorecer la explotación del trabajo femenino, en contra el lema de su padre «América Primero».

Entre enero de 2016 y marzo de 2017, la marca Ivanka facturó más de 5 millones de dólares, según consignó la Agencia Ansa.