La aviación israelí bombardeó este domingo a la infraestructuras del movimiento Hamas en la Franja de Gaza, en respuesta al lanzamiento de tres proyectiles la noche del sábado desde ese enclave costero.

El Ejército israelí informó que alcanzó un campamento militar de Hamas, que incluía almacenes, oficinas y puestos de vigilancia, además de otro puesto de la fuerza naval del grupo islamista, que gobierna de facto Gaza, según un comunicado militar.

Las fuerzas de seguridad palestinas y la radio local explicaron que los misiles habían impactado en objetivos del brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedim Al Qasam, en el norte y este de la franja, sin que se hubiera heridos.

La noche del sábado, tres proyectiles fueron disparados hacia Israel, dos de ellos interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, pese a la relativa calma que se mantenía desde la última escalada de noviembre.

El viernes se retomarán las llamadas Marchas del Retorno en Gaza, junto a la frontera con Israel, después de que se suspendieran durante tres jornadas consecutivas para no elevar la tensión, argumentó la organización, informó la agencia de noticias EFE.

Durante esta última ola de violencia, 36 palestinos murieron, 16 de ellas milicianos y 20 civiles, incluidos ocho menores (uno de ellos de 18 años, que en Gaza no se considera mayor de edad).

Israel sigue negociando, a través de Egipto y la ONU, un acuerdo de larga duración con Hamas, que incluye el alivio del bloque impuesto desde 2007, aunque se siguen produciendo disparos puntuales que ninguna facción palestina reivindica.

El Ejército israelí responsabiliza a Hamas, que, al igual que Estados Unidos y la Unión Europea la considera una organización terrorista, de «todo evento que ocurren en la franja y que emana de ella».