Como parte de su estrategia por ampliar y fortalecer sus vínculos políticos y económicos con el mundo árabe, Israel anunció este domingo que le propuso «acuerdos de no agresión» a los países árabes del Golfo Pérsico, es decir, sin incluir a Irán, un país de mayoría persa.

«Desde hace poco estoy promoviendo, con el respaldo de Estados Unidos, una iniciativa diplomática para firmar ‘pactos de no agresión’ con los estados árabes del Golfo», informó en su cuenta de Twitter el canciller Israel Katz.

El ministro presentó el plan a sus pares de estos países en Nueva York y al enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, Jason Greenblatt, quien la apoyó, durante el marco de la Asamblea Permanente de Naciones Unidas, que se realizó el mes pasado.

Katz no aclaró con funcionarios de qué países se junto ya que estos Estados no mantienen oficialmente relaciones diplomáticas con Israel, a quienes desconocen en gran parte en apoyo al reclamo territorial palestino.

Por eso, sin entrar en detalles que podrían complicar el diálogo, Katz se mostró optimista de que «este paso histórico pondrá fin al conflicto y permitirá la cooperación civil hasta que se firmen los acuerdos de paz», informó la agencia de noticias EFE.

Según el canal israelí Arutz 12, la iniciativa busca aprovechar la existencia de «intereses comunes en relación con (la oposición a) Irán» para normalizar las relaciones en el terreno económico y en la lucha contra el terrorismo, enfocada principalmente contra el enemigo declarado de Israel, la República Islámica de Irán.

Actualmente, Israel mantiene relaciones diplomáticas formales -es decir, es reconocido oficialmente- por dos países árabes: Egipto y Jordania.

Pero en los últimos tiempos fue entablando relaciones informales con muchos otros gobiernos de la región. Uno de los argumentos más fuertes, tanto para Israel como los países árabes, es su oposición a Irán y sus políticas expansionistas en la región.