Israel lanzó este lunes los más fuertes bombardeos contra la Franja de Gaza desde el inicio de su ofensiva, hace una semana, y dijo que destruyó 15 kilómetros de túneles usados por grupos armados palestinos y las casas de nueve comandantes de Hamas.

Residentes de Ciudad de Gaza, cuyas calles estaban desiertas, dijeron que los ataques de esta madrugada fueron aún más intensos que los que ayer dejaron 42 muertos en la región y destruyeron tres edificios.

No hubo informaciones de víctimas.

El sábado, Israel cosechó críticas internacionales por bombardear y destruir un alto edificio de Ciudad de Gaza donde tenían sus oficinas la agencia de noticias estadounidense The Associated Press y la cadena de noticias qatarí Al Jazeera.

El primer ministro isrealí, Benjamin Netanyahu, dijo durante la noche de este domingo a la cadena estadounidense CBS que el edificio era un blanco «perfectamente legítimo» y que Israel pasó a Estados Unidos toda la información del ataque.

Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo este lunes que su país aún no recibió evidencia de Israel que prueben sus afirmaciones de que Hamas operaba en edificio.

«Poco después del ataque, pedimos detalles adicionales respecto a la justificación» del bombardeo, dijo Blinken durante una vista a Dinamarca.

Sin embargo, «no he visto ninguna información que se haya suministrado», agregó, citado por la cadena CNN.

«Seguiremos llevando a cabo una diplomacia activa para poner fin a este ciclo de violencia» y «estamos dispuestos a dar nuestro apoyo si las partes quieren alcanzar un alto el fuego», agregó.

Israel lanzó su ofensiva el lunes pasado luego de que los movimientos islamistas Hamas, que gobierna en Gaza, y Yihad Islámica, lanzaran cohetes hacia suelo israelí tras semanas de represión y enfrentamientos entre manifestantes palestinos, civiles israelíes y policías israelíes en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Las protestas se centraban en restricciones adoptadas por Israel para el acceso de los palestinos a los sitios sagrados de la Ciudad Vieja durante el mes santo islámico de Ramadán y a la amenaza de desalojo de decenas de familias de una barrio de la parte palestina de Jerusalén para acomodar allí a colonos judíos.

Desde entonces, al menos 198 palestinos murieron por los ataques aéreos y de artillería israelíes en Gaza, incluyendo 58 chicos y 35 mujeres, y más de 1.300 resultaron heridos, según el Ministerio de Salud local.

Diez personas murieron en Israel, entre ellos un chico de cinco años, y 294 resultaron heridas por algunos de los más de 3.100 cohetes lanzados desde Gaza.

Unos 40.000 palestinos han abandonado sus hogares en Gaza, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.

En los ataques de este lunes, un edificio de tres pisos resultó severamente dañado, pero residentes dijeron que el Ejército israelí les avisó 10 minutos antes y todos pudieron salir.

El alcalde de Ciudad de Gaza, Yahya Sarraj, dijo a Al Jazeera que los bombardeos causaron grandes daños en calles y la infraestructura en general de la mayor ciudad de la empobrecida región costera, donde viven unas 2 millones de personas sometidas desde hace años a un doble bloqueo israelí y egipcio.

«Si la agresión continúa, esperamos que las condiciones empeoren», dijo.

La ONU ha advertido que la única central eléctrica del territorio se estaba quedando sin combustible, y Sarraj señaló que también había escasez de repuestos.

Ya antes de la ofensiva, los habitantes de Gaza experimentaban cortes de luz de entre ocho y 12 horas, y el agua corriente no es potable.

Mohammed Thabet, vocero de la compañía de distribución de energía de Gaza, dijo que el territorio tenía combustible para electricidad para dos o tres días más.

Los bombardeos isrealíes dañaron las líneas de suministro y el personal de la compañía no ha sido capaz de llegar a las áreas afectadas ante la continuidad de los ataques, agregó.

El Ejército israelí dijo este lunes en un comunicado que atacó nueve viviendas propiedad de altos mandos de Hamas, algunas de las cuales eran utilizadas para «almacenar armas», y que destruyó 15 kilómetros de túneles usados por milicianos palestinos.

«Nunca ha habido bombardeos de este calibre», dijo a la agencia de noticias AFP un civil, Mad Abed Rabbo, de 39 años, que vive en el oeste de Ciudad de Gaza y dijo sentir «horror, miedo».

Israel también se enfrenta en su territorio a violencia intercomunitaria y a amenazas de linchamientos en las ciudades llamadas mixtas, donde viven judíos y palestinos israelíes.

Pese a esfuerzos diplomáticos internacionales para declarar una tregua, el primer ministro israelí, Netanyahu, dijo ayer que los ataques continuarán y que «llevarán tiempo».

Israel «quiere que Hamas pague un alto precio», señaló.