El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, aprobó este miércoles una serie de medidas destinadas a mejorar las relaciones con los palestinos tras la reunión que mantuvo este martes en Tel Aviv con el presidente palestino Mahmoud Abbas sobre “temas de seguridad y civiles”.

El ministro de Defensa se reunió durante la noche del martes con Abbas en su residencia privada en Rosh Haayin, un suburbio de Tel Aviv.

Se trata del segundo encuentro entre Gantz y Abbas en los seis meses desde que asumió el gobierno de coalición de Naftali Bennett.

El 29 de agosto ya se habían visto en la ciudad cisjordana de Ramala, por lo que este martes fue la primera vez que Abbas se reunió con un funcionario israelí dentro de Israel desde 2010.

Ambos discutieron la coordinación de seguridad entre Israel y la Autoridad Palestina (ANP) de Abbas, que administra zonas de la ocupada Cisjordania.

El ministro de Asuntos Civiles de la ANP, Husein al Sheij, detalló este martes en redes sociales que ambos abordaron la creciente violencia en Cisjordania ocupada por el aumento de ataques contra palestinos por parte de colonos israelíes y, en líneas generales, que discutieron sobre «cuestiones de seguridad, económicas y humanitarias».

Este miércoles, la oficina de Gantz dijo que aprobó «medidas de fomento de la confianza», incluida la transferencia de impuestos a la Autoridad Palestina, la autorización de cientos de permisos para comerciantes palestinos y personalidades importantes, y la aprobación del estatus de residencia para miles de palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza, informó la agencia de noticias AFP.

Israel recauda impuestos por valor de cientos de millones de dólares en nombre de la Autoridad Palestina como parte de los acuerdos de paz provisionales firmados en la década de 1990.

Las transferencias de impuestos son una fuente clave de financiación para los palestinos con problemas de liquidez, pero Israel ha retenido fondos sobre el pago de estipendios de la Autoridad Palestina a miles de familias con seres queridos muertos, heridos o encarcelados en el conflicto.

Israel alega que los pagos incentivan el terrorismo, mientras que los palestinos dicen que brindan un apoyo crucial a las familias necesitadas.

Este mismo país, que controla el registro de la población palestina, aprobó la residencia de unos 9.500 palestinos.

A lo largo de los años, las políticas israelíes dejaron a decenas de miles de palestinos sin estatus legal, lo que limita gravemente su libertad de movimiento, incluso dentro de los territorios ocupados.

Recién en octubre, Israel otorgó estatus legal a unos 4.000 palestinos, mientras que el primer ministro israelí, Naftali Bennett, se opone al Estado palestino.

Su Gobierno no mostró interés en reactivar las conversaciones de paz, que fracasaron hace más de una década, pero dijo que quiere reducir las tensiones mejorando las condiciones de vida en Cisjordania.

En los últimos meses, la violencia de los colonos israelíes contra los palestinos en Cisjordania y los ataques palestinos contra israelíes en Jerusalén oriental y Cisjordania aumentó considerablemente.

Este miércoles, el ejército israelí bombardeó varios sitios del movimiento islamista Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, tras unos disparos procedentes del enclave palestino que hirieron a un civil israelí, indicaron fuentes locales.

El ataque del ejército israelí, dirigido a cuatro sitios de las brigadas Al Qasam, el brazo armado de Hamas, hirió a dos agricultores, indicaron a la AFP fuentes de seguridad en Gaza.

Los disparos de los tanques apuntaron contra varios puestos militares de Hamas en el norte de Gaza, y se llevaron a cabo después de que un civil israelí fuera «levemente» herido cerca de la valla que separa a Israel del enclave palestino, sometido a un bloqueo.

Este fue el primer ataque desde mayo, cuando Israel y Hamas libraron una guerra de 11 días en mayo, su cuarto conflicto desde que el movimiento islamista armado asumiera el poder en Gaza.

La reunión de Gantz con Abbas generó críticas de los legisladores de la oposición israelí, incluido el partido de derecha Likud del ex primer ministro Benjamin Netanyahu, el más grande del parlamento.

Este martes, Likud condenó este encuentro en un comunicado y afirmó que «no es más que cuestión de tiempo para que se hagan concesiones peligrosas para la seguridad de Israel».

Los palestinos buscan un estado independiente que incluya toda Cisjordania, Jerusalén oriental y la Franja de Gaza, áreas que Israel capturó en la guerra de 1967 en Medio Oriente.

Hamas arrebató Gaza a las fuerzas de Abbas en 2007, un año después de que el grupo militante islámico obtuviera una victoria aplastante en las elecciones parlamentarias. Gaza ha estado bajo un bloqueo israelí-egipcio desde entonces.