Cientos de miles de iraníes conmemoraron este martes el aniversario de la Revolución Islámica de 1979 en más de 5.000 ciudades y pueblos de todo el país, en medio de llamados a la unidad frente a las acciones de Estados Unidos y con promesas de venganza por el asesinato del comandante Hassem Soleimani.

En un discurso en Teherán, el presidente, Hassan Rohani, consideró que la asistencia masiva a la celebración era una respuesta a Estados Unidos.

«Debido a que Estados Unidos ha cometido los mayores crímenes contra la nación iraní con su presión económica (sanciones) y el martirio de nuestro gran general, la asistencia masiva de personas hoy es una fuerte respuesta», afirmó el mandatario desde la icónica plaza Azadí.

Asimismo, recordó que el «régimen corrupto» del sha Mohammad Reza Pahlevi, apoyado por Estados Unidos, nunca permitió a los iraníes decidir sobre su destino, informó la agencia de noticias EFE.

En ese sentido, alentó a los iraníes a acudir de forma masiva a las urnas para votar en las próximas elecciones parlamentarias.

Irán considera que la alta participación es un respaldo al gobierno, después del desgaste sufrido por el último choque con Estados Unidos, que terminó con el derribo accidental de un avión comercial ucraniano y la muerte de sus 176 pasajeros en un ataque con misiles que Teherán admitió haber cometido por error.

Los iraníes también están descontentos por los vaivenes de la economía, duramente afectada por las sanciones occidentales, repuestas en 2018 por el gobierno de Donald Trump, después de abandonar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 por su antecesor, Barack Obama y otras cinco naciones occidentales.

El aumento del 50% en el precio del combustible generó en noviembre pasado unas protestas que fueron reprimidas con dureza.

Si bien el gobierno no brindó cifras oficiales, Amnistía Internacional reportó unos 300 muertos y legisladores iraníes hablaron de miles de detenidos.

Pese al descontento entre la población, las celebraciones fueron multitudinarias.

Los medios estatales reportaron que los festejos tuvieron lugar en más de 5.000 ciudades, pueblos y distritos de todo Irán.

El ministerio de Defensa exhibió en un desfile sus más recientes logros, entre ellos proyectiles de precisión, vehículos blindados y misiles guiados de largo alcance.

La televisión estatal dijo que este aniversario es el «Amanecer Soleimani» mientras mostraba imágenes de personas portando carteles con el rostro el afamado militar.

Rohani, quien habló desde un escenario en el que habían colocado un gran cartel con la cara de Soleimani, elogió al militar y «diplomático de alto rango» que encabezó la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, una fuerza paramilitar con presencia en Irak, Líbano y Yemen entre otros lugares.

En la manifestación en Teherán, los manifestantes quemaron banderas de Estados Unidos e Israel y entonaron el habitual lema de «muerte a Estados Unidos».

La Revolución Islámica comenzó con protestas generalizadas contra el gobierno del sha Mohammad Reza Pahlevi, quien se encontraba en un estado de debilidad dado que luchaba, en secreto, contra un cáncer que más tarde acabó con su vida.

El sha huyó de Irán en 1979 y el ayatollah Ruhollah Khomeini regresó del exilio.

En 11 de febrero cayó el gobierno y más tarde los iraníes votarían para convertirse en una República Islámica, una teocracia chiita con Khomeini como el máximo líder y última palabra en los asuntos de Estado.

Algunos meses más tarde, militantes estudiantiles tomaban la embajada de Estados Unidos en Teherán al enterarse que Washington había abierto las puertas al sha para recibir tratamiento contra el cáncer, en un episodio que duró 444 días y que es mejor conocido como la «crisis de los rehenes».