Irán aseguró que el último informe crítico de la Organismo Internacional de la Energía Atómica (Oiea) responde a las «conspiraciones» de países como Estados Unidos y sostuvo que no tiene ninguna «obligación» de facilitar el acceso a su producción de uranio a inspectores del organismo de la ONU.

Oiea acusó ayer a la República Islámica de incrementar su arsenal de uranio enriquecido muy por encima de los límites contemplados en el acuerdo nuclear de 2015 y de vetar la entrada de los inspectores internacionales a instalaciones sospechosas.

El representante de Irán ante la organización, Kazem Gharib Abadi, afirmó que Estados Unidos e Israel están «presionando» para que la Oiea «se salga de sus obligaciones».

En este sentido, dijo que el pedido de «aclaraciones o acceso adicional» responde a «información falsa», según la agencia iraní de noticias Mehr, citada por la española Europa Press.

Añadió que este sesgo «no es solo incoherente con los documentos fundacionales de la agencia y el régimen de verificación, sino que hace que Irán no tenga obligación de cumplir las demandas».

«Si los países no toman medidas contra estas conspiraciones, su soberanía nacional se puede ver comprometida», completó.

El gobierno iraní anunció en 2019 su progresiva desvinculación de los compromisos suscriptos en 2015 al considerar que la salida de Estados Unidos había puesto en cuestión la continuidad del acuerdo.

Las potencias europeas firmantes aún siguen buscando fórmulas alternativas para conservar el pacto, por ahora sin garantías de éxito.