El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, pidió este viernes al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, el envío de una delegación que pueda establecer los «mecanismos» para agilizar la retirada de los soldados estadounidenses.

Enseguida, el gobierno de Irak tuvo la respuesta de Estados Unidos en sentido contrario, ya que desde el país americano consideraron que cualquier delegación enviada al país árabe será para debatir la alianza estratégica entre los dos países y no para quitar efectivos, según consignó la agencia Reuters.

Inicialmente, el primer ministro iraquí habló por teléfono con Pompeo, a quien puso al tanto de los últimos acontecimientos en la región tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo estadounidense en Bagdad y el doble ataque iraní contra bases con presencia militar estadounidense en Irak como represalia.

Abdul Mahdi le dejó claro a Pompeo el rechazo de Bagdad a «todas las operaciones que violen su soberanía», incluidos los ataques llevados a cabo por Irán, y le trasladó que Irak está haciendo esfuerzos para evitar «convertirse en campo de batalla», reportó la agencia de noticias Europa Press.

En el curso de la conversación, el primer ministro le pidió a Pompeo el envío de delegados a Irak con vistas a poner en marcha mecanismos para cumplir con la resolución aprobada por el Parlamento iraquí que exige la retirada de las tropas estadounidenses.

No obstante, desde el país norteamericano argumentaron que la presencia de sus fuerzas en la zona resulta «apropiada».

«No obstante, es necesario que haya una conversación entre los gobiernos de EE.UU. e Irak, no solo respecto a la seguridad, sino también sobre nuestra asociación financiera, económica y diplomática», explicó el portavoz Morgan Ortagus en un comunicado de dicho departamento.