Unos treinta miembros del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (Mtst) y del Frente Pueblo Sin Miedo, ocuparon por unas horas este lunes el departamento que el ex presidente brasileño Lula da Silva habría recibido como un soborno en la costa de San Pablo y por el que cumple una pena de más de 12 años de cárcel.

A primera hora de la mañana, entraron en el edificio en Guarujá, donde está ese tríplex, y colgaron pancartas en el balcón contra su encarcelamiento el pasado 7 de abril por corrupción y lavado de dinero.

«¡No habrá acuerdo. O sueltan a Lula o no va a haber sosiego!», gritaban los militantes.

«Esto es una denuncia de la farsa judicial que llevó Lula a la prisión (…) Si el apartamento es de Lula, el pueblo fue invitado y puede quedarse ahí. Si no es de Lula, el (poder) judicial tendrá que explicar por qué lo detuvieron por culpa de ese tríplex», argumentó el coordinador del Mtst y precandidato presidencial Guilherme Boulos en Twitter.

Un par de horas después, los militantes abandonaron el apartamento al ser amenazados con ser detenidos por parte de la policía en «una acción arbitraria y sin orden judicial», denunció Boulos.

La senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), cofundado por Lula, dijo a la AFP que la invasión fue «un gesto político para cuestionar la tesis del juez Sergio Moro de que el apartamento es de Lula».

Moro es el magistrado de primera instancia que lo condenó, un símbolo de la lucha contra la corrupción para muchos brasileños y un blanco frecuente de los ataques de los defensores del exmandatario.

Lula, líder de la izquierda y favorito para las elecciones presidenciales de octubre, está preso en una sede policial en Curitiba (sur) acusado de haber recibido ese apartamento de parte de la constructora OAS, involucrada en el megaescándalo de sobornos a políticos de Petrobras.

El expresidente (2003-2010), imputado en otros seis casos, niega que ese apartamento sea suyo y considera su condena «sin pruebas» como parte de un complot de las élites para que no pueda volver al poder.

Su defensa espera que el exmandatario pueda salir a la brevedad de la prisión gracias a varios recursos judiciales, con buena parte de las esperanzas puestas en una decisión que la Corte Suprema podría tomar esta semana.