Representantes del gobierno y la oposición de Nicaragua iniciaron la cuarta ronda del diálogo con el que procuran hallar una salida a la crisis que lleva más de 10 meses y dejó cientos de muertos y decenas de miles de exiliados.

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que representa a la oposición, expresó su interés en que esta ronda sirviera para establecer una «hoja de ruta» para las negociaciones, que facilite alcanzar acuerdos concretos.

Hasta ahora las partes avanzaron en nueve de los 12 puntos de la agenda, pero aquellos son todos de forma y los que están pendientes son los de fondo, según la Alianza.

Entre lo que falta acordar figuran el modo de dotar de justicia y democracia al país, y quiénes serán los garantes del proceso.

La crisis política que sufre Nicaragua desde abril pasado dejó entre 325 y 561 muertos, entre 340 y 777 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles de exiliados, según diversos organismos humanitarios.

El gobierno del presidente Daniel Ortega admitió 199 muertos y 340 detenidos, a los que considera «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes».

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó al gobierno de haber cometido crímenes de lesa humanidad en la represión de las protestas.